La osa "Basi", el panda gigante más viejo del mundo que vivía en cautividad y estrella del zoo de Fuzhou, en el sureste de China, ha muerto a los 37 años, lo que equivale a más de 100 años humanos, informó este jueves la agencia estatal de noticias Xinhua.

El director del centro de Investigación e Intercambio de Pandas del Estrecho de Fuzhou, Chen Yucun, explicó que Basi murió por múltiples enfermedades que le afectaban desde el pasado junio, entre ellas cirrosis y problemas renales.

"El cuerpo se expondrá en el Museo de Basi, que está siendo construido para que la gente la recuerde siempre y comparta el espíritu del desarrollo en armonía entre los seres humanos y la naturaleza", afirmó Chen.