China lanzó este martes una nueva nave espacial en un vuelo de prueba, crucial para llevar tripulantes a una futura gran estación espacial y a la Luna.
El cohete, denominado Larga Marcha 5B, despegó sin tripulación de la base de Wenchang en la isla de Hainan y su vuelo ha sido calificado como "exitoso" porque alcanzó la órbita prevista.
Su regreso a la Tierra está previsto para el 8 de mayo, después de una serie de pruebas, según la agencia espacial china.