Tras la confirmación de la muerte de unas 59 personas, entre las que hay varios menores de edad durante protestas palestinas en la frontera del Estado hebreo y Gaza, por la represión israelí, el comercio en la 'Ciudad Vieja' de Jerusalén amaneció cerrado este martes.

Además de esta manifestación de luto y rechazo, Médicos Sin Fronteras, MSF, ha catalogado el hecho como "inaceptable e inhumano".

"Lo que sucedió (...) es inaceptable e inhumano. (...) Es insoportable ser testigo de tanta gente asesinada en tan poco tiempo", señaló en un comunicado divulgado este martes por la representante de MSF en Gaza, Marie-Elisabeth Ingres.

"Este baño de sangre es la continuación de la política del Ejército israelí de las últimas siete semanas: quien se acerque a la valla será un objetivo legítimo y será disparado", afirmó la activista.

El número de muertos asciende a 59 tras la muerte de una bebé de ocho meses esta noche debido a la asfixia producida por los gases lacrimógenos lanzados por el Ejército israelí en Gaza durante las protestas de ayer, a las que su madre la llevó. Además, más de 2.700 palestinos fueron heridos, la mitad de ellos de bala o metralla.