Calles desoladas, negocios cerrados, mercados paralizados y terminales de autobuses inusualmente vacías dominaron las primeras horas del paro, con el que los nicaragüenses esperan hacer notar su rechazo a Ortega, que dentro de seis días celebrará el 39 aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista.

La protesta pacífica contra el presidente de Nicaragua inició a la medianoche, en medio de celebraciones con morteros artesanales en diferentes municipios del país y se extenderá por 24 horas.

Una manifestación similar el 14 de junio pasado sirvió para que Ortega permitiera el ingreso a Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), tras 11 años de negativa.