El incidente se produjo el 22 de abril, cuando tres agentes del Departamento de Policía de Saraland, alertados por empleados de un restaurante de Waffle House en esa localidad, esposaron de manera violenta en el suelo a la mujer, Chekesia Clemons, tras una maniobra de detención y un forcejeo que dejó al descubierto sus senos.

Desde un primer momento, Waffle House respaldó la “intervención apropiada” de los agentes y, en un comunicado difundido este lunes, la compañía incidió en que la conducta de sus empleados al llamar a la Policía fue “necesaria” debido a que, según testigos, la detenida habría vertido amenazas y hecho referencia a una pistola.

Según declaraciones del abogado de Clemons, recogidas por medios locales, habría testigos que niegan sin embargo esas acusaciones.

Posteriormente, activistas se reunieron con representantes de la cadena de restaurantes, tras concentrarse frente a sus oficinas centrales en Norcross (Georgia, EE.UU.) y demandaron que la empresa retire los cargos contra ella.