La llegada de Juan Guaidó no pasó desapercibida: el líder opositor recibió golpes y agresiones por parte de una muchedumbre oficialista que lo esperó en la salida del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

Cerca de 200 personas le dieron puñetazos y lo atacaron con objetos contundentes, también a su esposa Fabiana Rosales y a varios diputados opositores que lo reconocen como jefe del Parlamento y acudieron a recibirle.