En el municipio de Timbío, Cauca, donde no hay salas de cine, la gente le apostó a una película. Y el resultado sorprende. Se trata de ‘Vía Crucis’, de Harold De Vasten, una idea de la que surgió un modelo sui generis de producción: el Cine Minga. Los actores, los recursos, las locaciones, las historias y, sí, hasta la música las aportó el pueblo.