La ola de calor que viven algunos países de América, Europa y Asia, y que en algunas partes de Estados Unidos ha llegado a los 50 grados centígrados, está provocando que los ciudadanos tomen medidas extremas para bajar la temperatura. 

Francia vivió  la jornada de junio más calurosa desde 1945, que puso en alerta naranja a 71 del centenar de departamentos del país, la inmensa mayoría salvo en las costas del Mediterráneo y del Atlántico.

Por otro lado, la temperatura en el Reino Unido acumula cinco días superando los 30 grados, algo que no ocurría desde 1995.

La temperatura más extrema se presenta en el suroeste de EE. UU.  que llevó esta semana los termómetros a marcar hasta 52 grados centígrados en zonas de Nevada, California y Arizona, y obligó a suspender casi 50 vuelos en Phoenix.