Maritza Arizala vio que la salsa cubana y la salsa puertorriqueña ganaban su espacio en la Ciudad Luz y se dijo: Tengo que crear algo de mi país y abrió la que ella considera fue la primera escuela formal de salsa caleña en París y en Europa.
Maritza Arizala vio que la salsa cubana y la salsa puertorriqueña ganaban su espacio en la Ciudad Luz y se dijo: Tengo que crear algo de mi país y abrió la que ella considera fue la primera escuela formal de salsa caleña en París y en Europa.
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Maritza Arizala vio que la salsa cubana y la salsa puertorriqueña ganaban su espacio en la Ciudad Luz y se dijo: Tengo que crear algo de mi país y abrió la que ella considera fue la primera escuela formal de salsa caleña en París y en Europa.