En 2014 se registró en Colombia un total de 64 casos de trata, de los cuales 11 correspondían a personas del Valle del Cauca, la mayor parte de Cali, según datos de la ONU.

Valle del Cauca sigue siendo el departamento con mayor número de víctimas de la trata de personas, seguido por Risaralda y Cauca, según evidenció un estudio realizado en conjunto por la Fundación Marcela Loaiza y la Organización de Naciones Unidas, ONU.

En 2014 se registró en Colombia un total de 64 casos de trata, de los cuales 11 correspondían a personas del Valle del Cauca, la mayor parte de Cali, según datos de la ONU. 

El año pasado la cifra total en el país sumó 63 casos, de los cuales 12 procedían del Valle. 

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El estudio, que será socializado este viernes, muestra que además Argentina, Chile, España, México, Finlandia, Ecuador y Trinidad y Tobago, son los principales destinos hacia los cuales están siendo llevados caleños y caleñas para ser explotados bajo diversas modalidades. 

“Realizamos un estudio cualitativo con la ONU con el fin de entender cuáles son las situaciones en las que se da el delito, qué zonas de la ciudad son las más afectadas y qué modalidades de explotación se están presentando”, indicó Andrea Bravo, cofundadora de la Fundación Marcela Loaiza, que lucha contra el fenómeno en el país. 

De acuerdo con los datos de la investigación, se pudo determinar que aún prevalece la trata de personas con fines de explotación sexual como uno de los fenómenos más fuertes, pero también se ha determinado que hay otras modalidades como la trata para el matrimonio servil que cada es más común. 

La Fundación Marcela Loaiza

Se trata de la única entidad no gubernamental que lucha contra el fenómeno de la trata de personas en Cali. Fue fundada por Marcela Loaiza, una sobreviviente que fue esclavizada sexualmente por la mafia Yakuza en Japón, y Andrea Bravo, realizadora de televisión.

Tal es el caso de Mariana*, quien viajó hasta México luego de ser engañada por el amigo de una amiga, con el fin de contraer matrimonio y luego obtener los documentos de residencia en ese país. Sin embargo, al llegar, le fueron quitados sus documentos por su captor y fue sometida durante tres meses a vejámenes y abusos por parte de él. 

“Me golpeaba, me maltrataba y yo estaba completamente indefensa, como su esclava”, cuenta Mariana. La mujer, sin embargo, pudo escaparse con la ayuda de varios vecinos y llegar hasta una sede diplomática en donde se le prestó atención y ayuda para su regreso a Colombia.

 La investigación, realizada por la Fundación, determinó también que en los últimos años se ha venido presentando una nueva modalidad de trata en la que las principales víctimas son  hombres.  

De acuerdo con los datos recogidos por la ONU, países del Cono Sur como Argentina y Chile, se han convertido en un destino de redes delincuenciales para llevar hombres que son explotados en trabajos de fabricación de artesanías y de minería. 

“Sin embargo, también hemos conocido  casos de hombres que no solo son explotados en este tipo de trabajos, sino que son obligados a delinquir incluso como sicarios por las organizaciones que los captan”, dijo una fuente que trabajó en la investigación.

Andrea Bravo sostiene que una de las mayores problemáticas para enfrentar el fenómeno es la falta de denuncia de los casos. 

De acuerdo con ella, por cada víctima que denuncia y que decide contar su historia, se calcula que hay al menos otras 20 que no revelan la situación por la que han pasado.

Asimismo, indicó, otra dificultad para erradicar la situación es el desconocimiento de las personas de todos los riesgos que tienen al aceptar salir del país con desconocidos y la facilidad con que lo hacen. 

“Hemos comprobado que las personas aceptan propuestas de viaje con mucha facilidad y sin atender a las posibles consecuencias. Por eso nosotros desde la Fundación tratamos de hacer mucho énfasis en la prevención y en brindar una atención integral a las víctimas de este delito.