Personal médico del Cauca atiende desde el pasado domingo a 15 militares integrantes de la Brigada Móvil 23, adscrita al batallòn Batalla de Boyacá de Pasto, que fueron emboscados por guerrilleros de las Farc, en una zona montañosa del municipio de Cumbitara, en Nariño límite con el Cauca.

Personal médico del Cauca atiende desde el pasado domingo a 15 militares integrantes de la Brigada Móvil 23, adscrita al batallòn Batalla de Boyacá de Pasto, que fueron emboscados por guerrilleros de las Farc, en una zona montañosa del municipio de Cumbitara, en Nariño límite con el Cauca.Los militares, que cumplían una operación de control contra las organizaciones del narcotráfico entre los cerros de Cumbitara y Sotomayor, fueron atacados por cien insurgentes del Frente 27 de las Farc con disparos, tatucos y morteros hechizos.El hecho ocurrió en la noche del domingo cuando los uniformados se aproximaban a una zona donde operaban varios laboratorios para producir pasta de coca y clorhidrato.Los guerrilleros, según las autoridades apoyados por sujetos del grupo ‘Los Rastrojos’, minaron el camino por donde transitaban los militares.Los quince uniformados que resultaron heridos, y que pertenecían a la Brigada 29 del Ejército, fueron trasladados en helicópteros hasta Popayán e internados en el Hospital Universitario San José.El comandante de la Brigada 29, coronel Luis Danilo Murcia, reportó que al menos siete de los miembros de la Fuerza Pública tienen heridas muy graves debido a esquirlas en la cabeza, las piernas y los brazos.Aunque el coronel Murcia no reveló la identidad de los lesionados, informó que en el grupo había dos oficiales, un suboficial y cuatro soldados profesionales.Los directivos del hospital San José informaron que al menos ocho de los quince militares podrían ser dados de alta hoy. Sin embargo, la situación de los otros heridos es más grave. Los médicos de la entidad anunciaron que aún es incierto el tiempo que tardará su recuperación. Preocupa presencia de las FarcSegún las autoridades de la región, el municipio Cumbitara, donde ocurrió esta última emboscada, y Policarpa, son las dos zonas de Nariño más impactadas por campos minados, laboratorios de coca y cultivos ilícitos.Las autoridades del departamento explican que parte de esta historia de violencia se debe a la cercanía de estos municipios con el Cauca, otro de los departamentos del país donde se registran constantes hostigamientos y ataques de la guerrilla. Y es que según los datos de la Policía Antinarcóticos del Suroccidente del país, en estos dos municipios de Nariño, junto a Argelia y Balboa, en el Cauca, se encuentran unos 80 laboratorios de coca de alta categoría, manejados por el Frente 60 de las Farc y ‘Los Rastrojos’.