Estudiantes de la Universidad Javeriana en Bogotá, así como sus compañeros de calle, rindieron un funeral simbólico a Marco Tulio Sevillano.

"No hay palabras que puedan describir lo que paso". Así inició Natalia su discurso para despedir a Marco Tulio Sevillano, mas conocido como 'Calidoso', quien hasta hace pocos días se sentaba a la salida del túnel de la Universidad Javeriana, en Bogotá, con dos perros y un gato. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 2 de mayo en el caño de la calle 39. Mientras el hombre dormía, extraños le rosearon gasolina y posteriormente le prendieron fuego. A pesar de que fue trasladado al Hospital San Ignacio, de la Universidad Javeriana, 'Calidoso' murió el pasado 9 de mayo y con él se fueron sus ganas de cambiar la vida que llevaba. "Yo voy a cambiar", le decía Marco Tulio a papá Jaime, director de la fundación 'Niños de Los Andes', quien lleno de tristeza expresó sus sentimientos por este hombre caleño, que desde los 6 años vivió en la calle. Precisamente, estudiantes de la Universidad Javeriana rindieron un homenaje con diferentes amigos y compañeros de vida, quienes agradecidos con los universitarios expresaban entre lagrimas lo que significaba Marco Tulio Sevillano para ellos. Con un cartel en la mano que llevaba la foto de 'Calidoso', uno de sus hermanos de calle, más conocido como 'el Rolo', con quién compartió casi 40 años de vida, lleno de lagrimas en los ojos recordó las aventuras que compartieron juntos. Tanto él como sus otros compañeros reclaman justicia, pues aseguran tener miedo de que les pase lo mismo. Al iniciar el homenaje, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Édgar Sánchez, calificó de impactante lo sucedido y ofreció una recompensa de hasta $20 millones por información que ayude a esclarecer los hechos. Carmen, con lagrimas en sus ojos y un niño en su vientre que le recuerda que debe seguir adelante, expresó respeto frente a lo sucedido y habló de la situación actual de los habitantes de la calle. Ella compartió varios momentos con 'Calidoso', lo recordó con respeto y agregó que se debe hacer justicia, pues este tipo de cosas no pueden seguir pasando. Después de las palabras de Carmen, en un fallido intento por expresar sus sentimientos, papá Jaime dijo que le habían arrancado a un hijo, el sentimiento lo invadió y le fue imposible seguir hablando, por lo que uno de los habitantes del sector dirigió unas palabras al guardián que ahora lo cuida desde el cielo. Le decía Guardián porque así fue que se conocieron, una noche en la que, como un ángel, Marco Tulio apareció para evitar que lo robaran. Desde ese momento se convirtió en ese ángel que aparecía para acompañar a los estudiantes cuando salían muy tarde de clase a tomar el transporte. Nuevamente papá Jaime reaparece, esta vez con más fuerza en su voz y con ganas de expresar lo que este acto doloroso dejó en su corazón. Después de recordar la última vez que lo vio, en donde le dijo que quería cambiar, Jaime Jaramillo señaló que él era un ser de luz y no tenía nada que cambiar, lo único era que no había corrido con la misma suerte de otros, con unos padres que lo escucharan.Ese fue el mensaje que papá Jaime quiso dejarle a todos los asistentes al funeral simbólico: Lo primero, reconocer que la sociedad está cambiando, pues este tipo de actos está siendo completamente rechazados, y lo segundo, jamás dejar de sonreír, escuchar y ser escuchados, pues es así como se pueden dejar de lado las peleas y los malos momentos que se pueden ocasionar por falta de entendimiento y tolerancia frente al prójimo. Así termina la vida de una persona que hoy se vuelve guardián desde el cielo. Sus compañeros piden que no permitan que se lo lleven a una fosa común, porque esa fue la promesa que se hicieron, jamás dejar de velar el uno por el otro y si algún día uno de ellos llegase a faltar, no permitir que se quedara en el olvido.