El pasado 26 de diciembre se registraron seis asesinatos en la ciudad, dos de estos corresponden a un hecho ocurrido en el barrio Limonar, al sur de Cali, exactamente en la carrera 67 con calle 13 donde dos hombres identificados como Jhonny Andrés Torres, de 18 años, y Luis Carlos Diaz, de 20, perdieron la vida por heridas con arma de fuego, en medio de una riña.

Según versiones preliminares, los hechos se habrían dado por una disputa verbal entre uno de los afectados, situación que terminó en un ataque con arma y en el cual los dos sujetos perdieron la vida.
“En medio de una riña se genera una persona lesionada y que por la gravedad de las heridas fallece. Posteriormente sale otro hombre del mismo sitio que, horas mas tarde, también muere”, dijo a los medios de comunicación el coronel José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía de Cali.

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Además de estos casos, el pasado domingo 25 de diciembre se registraron nueve homicidios en Cali, según el comandante de la Policía de Cali, José Daniel Gualdrón, “la mayoría de estos homicidios están relacionados con riñas, intolerancia, altos grados de exaltación e ingesta de licor”.

Para el experto en seguridad ciudadana, Andrés Felipe Galindo, en la ciudad no hay un aumento en el fenómeno de la intolerancia, lo que ocurre es que hay un incremento de los registros debido a la mediatización que se da por medio de las redes sociales.

“Esto y el aumento de denuncias de riñas, genera esa percepción, ya que al quedar todo registrado se tiende a pensar que este fenómeno ha aumentado en al ciudad”, declaró el experto.

Según Galindo, los problemas de convivencia entre familiares, amigos y vecinos, que terminan en hechos de violencia, es algo que históricamente ha sido muy fuerte en Cali, incluso, afirmó que estas riñas guardan correlación con los homicidios, pues “un ejemplo es que el domingo es el día de la semana en que más asesinatos se reportan en la ciudad, curiosamente es el día donde la mayor parte de estos casos están asociados a riñas, peleas en las que muchas veces hay consumo de alcohol y de otras sustancias psicoactivas. Esto quiere decir que es un comportamiento que viene de hace rato y al que no se ha sabido responder desde la institucionalidad. No hay un mecanismo de reacción inmediata que evite que una riña termine en homicidio, tampoco hay estrategias que intervengan casos de intolerancia y que puedan atender cuanto antes las diferencias que surjan entre las personas”.

Agregó: “No estamos ante un crecimiento de los hechos, sino a un incremento del registro, ya que este problema viene de mucho tiempo atrás”.

Para la psicóloga de la Universidad San Buenaventura, Sandra Viviana Mantilla, este fenómeno corresponde en parte a un desahogo de las personas que ante frustraciones en su cotidianidad y que sumado la ingesta de alcohol, terminan en hechos en los cuales arremeten contra otros individuos.

Además, destacó que la imagen de la institucionalidad se ha desvalorizado, lo que hace que también sean comunes los casos en donde los funcionarios públicos sean agredidos, esto a raíz de los sucesos ocurridos el año pasado, pues “se he llegado a un pensamiento de que si un uniformado me hace un proceso que no me gusta pues bueno, arremeto contra él en una ‘oportunidad’ de desquitarme”.

la experta añadió que “en el estallido social en Cali no se vio el actuar del Gobierno Distrital y se llegó a un punto donde eran los manifestantes contra los servidores públicos, como en una ley de la selva, defiéndase quien pueda. A raíz de esto, aumentaron los casos de intolerancia y de violencia debido a la anarquía que vivió la ciudad y que dejó