Como una alternativa para reducir la circulación de armas ilegales y disminuir los índices de homicidios en la capital vallecaucana surgió la más reciente propuesta del secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Alberto Rojas.

Se trata de un 'trueque' en el que los ciudadanos que tengan armas en su poder recibirán dinero o pago en especie por entregarlas.

Según revela el diario El Espectador, el alcalde Jorge Iván Ospina apoya esta iniciativa y -de acuerdo con ese medio de comunicación- ya se encuentra buscando las autorizaciones jurídicas pertinentes para establecer la medida que incluiría acuerdos con la Fiscalía y la Policía.

"Hay que desarmar a la ciudad de Cali, hay que desarmar a esos ciudadanos que tienen armas de fuego en sus casas y nosotros estamos evaluando la posibilidad o de adquirirla, pagar por ella, o de compensarla con algún tipo de elemento social que la familia necesite, pero es siempre mejor que esas armas regresen al Estado a que esas armas estén en manos de particulares", expresó Ospina.

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"Los recursos saldrán del presupuesto local de la ciudad de Cali, de nuestro presupuesto de ingresos corrientes, para tratar de reducir la letalidad, el daño, las muertes y para que podamos tener una ciudad más tranquila", añadió.

El concejal Roberto Ortiz expresó que esta propuesta le genera muchas dudas pues no es claro si el marco jurídico la permitiría.

"Necesitábamos que mostrara un plan real para combatir la delincuencia; en Cali ya se completaron 52 homicidios en lo que va de este mes", dijo el cabildante. "Los jóvenes necesitan de una verdadera intervención social (...) ¿Qué va a pasar cuando a esos muchachos se les acaben los mercados?", apuntó.

A través de las redes sociales, donde el propio secretario Rojas abrió el debate para conocer las opiniones de los ciudadanos, su propuesta encontró varios detractores.

Una de ellas es Katherine Aguirre, investigadora del Instituto Igarapé de Brasil y experta en seguridad, quien resaltó la importancia de sacar las armas de circulación, pero subrayó que "el planteamiento debe ser más responsable, entiendo dinámicas de uso y circulación de armas en la ciudad, y articulando una estrategia de desarme con componente pedagógico y de comunicaciones".

Aguirre completó su idea señalando que "deben diseñarse las estrategias, donde la compra no es la adecuada. Se debe basar en el componente voluntario y pedagógico. La compra ignora la movilidad regional de armas y afecta de maneras no advertidas el mercado. Además ¿qué pasa con el monopolio del Estado?".

El concejal Harvy Mosquera, por su parte, celebró el interés de la Administración Municipal, desde la Secretaría de Seguridad, por "presentar alternativas que desarmen a la ciudadanía y mitiguen índices de violencia". Es pertinente -opinó- que la propuesta sea sometida a un mayor nivel de discusión involucrando diferentes actores".

En respuesta a esta iniciativa, el exalcalde Ricardo Cobo recordó a través de las redes sociales que esta idea "se aplicó en otra administración municipal y tiene un impacto mediático" y agregó que "lo importante es combatir con firmeza las estructuras criminales asentadas en Cali. Los robos contra la propiedad privada (celulares, vehículos, viviendas) están en alza".

De otro lado, el exalcalde de Manizález, José Octavio Cardona recordó que en ese municipio estuvo en marcha el proyecto 'Cambia armamento por alimento', que los llevó a "recibir un premio mundial de la ONU ya que logramos desmovilizar los combos y reducir notoriamente homicidios y delitos, basta con revisar las cifras".

Tras reconocer la retroalimentación de los internautas, el Secretario de Seguridad destacó su interés por encontrar ideas nuevas que nutran el diseño de políticas. 

"No existe una alternativa única (...) es necesario pensar en estrategias de múltiple entrada en escenarios complejos de altísimo dinamismo económico informal y bajo control institucional. Quizá lo primero que haya que hacer es construir agenda pública", escribió en su cuenta de Twitter.

En funcionario afirmó que conversará con los ciudadanos que más se ven afectados por las problemáticas sociales de la ciudad y abrió la puerta a quienes deseen hacer parte de las mesas de expertos o redes comunitarias desde donde se trabajan procesos de prevención de violencia.