Desde el pasado 27 de enero entró en vigencia en Cali el Plan Desarme, estrategia que busca que quienes porten armas traumáticas o de fuego, las entreguen a las autoridades y a cambio reciban un bono para un mercado.

Según cifras otorgadas por la Policía Metropolitana de Cali, gracias a este plan ya han incautado 53 armas de fuego y 105 armas traumáticas que estaban siendo utilizadas por manos criminales para la comisión de delitos.

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Además, en medio de los operativos que también hacen parte de la estrategia, han sido capturadas 57 personas por porte ilegal de armas de fuego y fueron aplicados más de 100 comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia que ponen en riesgo la vida e integridad.

Entre las capturas se destaca la de alias Armero, un hombre que estaría dedicado al peligroso negocio de convertir armas traumáticas en armas letales, al servicio de grupos delincuenciales organizados en Cali. Su vivienda, en el barrio Mojica, había sido acondicionada como armería ilegal para la reparación, ensamble y acondicionamiento de estos artefactos.

De acuerdo con lo que han encontrado los investigadores, lo que hacen estas personas es cambiar los cañones para que resistan las presiones y los proveedores para que se ajusten los cartuchos convencionales, convirtiendo las traumáticas en armas capaces de disparar munición letal.

“En la casa allanada incautamos armas modificadas y disparadores, cañones, seguros y herramientas para modificar las armas. Esta persona fue puesta a disposición de la Fiscalía y se le dio medida intramural”, afirmó el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, el brigadier general José Daniel Gualdrón, y aseguró que en las próximas semanas se entregará un nuevo balance del Plan Desarme.


Aspectos por mejorar

“Los resultados de esta semana han sido buenos, pero hay que hacerlos de forma más constante. Si por ejemplo el fin de semana realizaron operativos en una comuna, no hay que esperar un mes para volver, sino que tres o cuatro días después de realizar la primera intervención hacer la segunda, pues de esta forma el delincuente no se relaja. Hay que sorprenderlos a cualquier hora del día o la noche”, recomendó Héctor Herrera, experto en seguridad.

El experto en seguridad ciudadana Andrés Galindo, sostiene que no encuentra datos que sugieran éxito o fracaso del programa. “En Cali todos los días se decomisan armas y quedan muchas más en circulación. La realidad es que eso ocurre porque las causas de la violencia permanecen. Para lograr un desarme más amplio hay que ir a las causas. No hay violencia porque la gente anda armada, hay violencia porque hay algo que la incentiva y eso puede ser la presencia de economías ilegales, falta de autoridad y poblaciones altamente vulnerables a la exclusión y a la pobreza”.

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“Yo quitaría el incentivo de pago en especie. Eso está probado que no funciona. El desarme sin erradicar las causas que hacen posible la violencia no sirve. En la Alcaldía hay personas que saben esto mejor que nosotros, así que espero que puedan corregir y ajustar el plan”, argumentó Galindo.

“En términos generales los números son muy similares a los de una operatividad normal y no hay ningún tipo de salto exponencial frente al número de armas incautadas. Yo creo que estos planes son buenos, pero a mi juicio el problema más grave es la circulación de armas de fabricación industrial, es decir, armas que en algún momento fueron legales pero que ahora no lo son porque no se renovó el permiso o nunca más se reportaron”, opinó Alberto Sánchez, investigador en temas de seguridad.

“Siempre es bueno que se neutralice gente que tiene armas traumáticas o letales, pero eso es solo un árbol que hace parte de un bosque más complejo”, finalizó Sánchez.