El alto consejero para la Seguridad, Francisco José Lloreda, también se refirió a la intervención social en Buenaventura y a los recursos para el centro de menores en el Valle.

Los homicidios en Cali han caído en los últimos cuatro meses, igual que los demás delitos, pero los problemas de violencia no cesan y los caleños se sienten inseguros. Buenaventura, por otro lado, toca fondo y el Go bierno anuncia un cuantioso presupuesto de inversión social para el Puerto, y el Valle está a punto de perder recursos nacionales para construir un nuevo centro para menores infractores en la región. El País habló con el alto Consejero Presidencial para la Seguridad y Convivencia, Francisco José Lloreda Mera, de estos temas que conciernen a los gobiernos departamental y municipal, pero también al nacional. La gente en Cali está preocupada por la seguridad. Esta semana se denunció un robo en el Sur. Las redes sociales dicen que fueron muchos vehículos; la policía dice que fue solo uno. ¿Cuál es la realidad? No es claro. Pero independiente de que haya sido uno o varios vehículos, es muy grave que a pocas cuadras de una estación de policía, eso ocurra. Y no es la primera vez. Sin desconocer los logros recientes de la Policía en Cali, no se deben subestimar los problemas de seguridad de la ciudad. La última encuesta del Dane reveló una disminución en las diferentes modalidades de hurto en Cali, sin embargo los ciudadanos se sienten muy inseguros ¿qué hacer para mejorar esa percepción? La percepción de inseguridad se combate con resultados. Es cierto que la criminalidad en la ciudad, medida por porcentaje de víctimas, cayó, y es incluso menor que otras ciudades, como Bogotá. Pero mucha gente sigue siendo víctima del delito y mientras eso ocurra, no mejorará la percepción. Las redes sociales informan de permanentes atracos, homicidios… Así es y no se deben pasar por alto, aunque en algunas ocasiones echan a rodar versiones sin sustento. Hace un mes reenviaron un correo alertando robos en Cali igual a uno que circuló hace un año. Pero la gente al recibirlo no verifica si es cierto porque en muchos casos sí lo es y porque hay miedo. ¿A qué atribuye usted la disminución de los homicidios en Cali? A la flexibilidad y focalización del trabajo de la Policía, y al Plan Desarme. Los cuadrantes son un buen modelo de organización territorial de la Policía, pero la amarran al territorio y el delito migra, es cambiante. En buena hora se decidió flexibilizar los cuadrantes y focalizar su trabajo en sitios calientes. ¿Y el Plan Desarme? La medida ayudó a disminuir los homicidios, en especial en diciembre. Pero mal haríamos en atribuirle la disminución continua de las muertes violentas.¿Si el Plan Desarme ayudó a bajar los homicidios en diciembre por qué la Tercera Brigada solo aceptó aplicar la medida en algunas comunas? El porte de armas por parte de civiles debe ser cada día más excepcional. La experiencia de Medellín y Bogotá ha sido positiva. En Cali, sin embargo, hay prevención. Ojalá se superen esas inquietudes y el desarme sea total. Hablemos de Buenaventura. ¿Qué pasa con la seguridad en el Puerto? La seguridad en Buenaventura es un tema crítico. No tiene sentido negarlo. El narcotráfico, de tiempo atrás y con ropajes distintos, azota al Puerto, y el Estado se ha mostrado insuficiente para contrarrestarlo, y en medio de esas luchas intestinales por dominar el mercado de droga, están los ciudadanos. El año pasado se inició con una baja en los homicidios, ¿qué pasó? El año pasado se le dio duro a la banda la ‘Empresa’, al punto que la Policía la consideraba prácticamente desmantelada. Pero los espacios dejados por sus cabecillas muertos o encarcelados fueron copados y la banda resurgió. Ello explica el incremento en los homicidios desde finales del año pasado. En Buenaventura dicen que la violencia va en aumento. El miércoles se realizó un plantón convocado por los comerciantes… Los bonaverenses se hastiaron de la violencia y con toda razón. Contrario a lo que algunos creen, las marchas contra la violencia son muy importantes. Son una señal clara de rechazo a los violentos y un llamado de atención al país. Buenaventura ha aguantado mucho por mucho tiempo, esa la verdad. ¿Qué tan efectiva ha sido esa intervención de la Fuerza Pública?Ha sido efectiva, pero lo importante es su sostenibilidad. Por eso me resisto a creer que en cuestión de uno o dos meses estará resuelto el problema. Razón tiene el presidente Santos, cuando indica que la intervención especial que ordenó debe seguir en Buenaventura hasta cuando sea necesario. El Gobierno Nacional anunció unas acciones para solucionar la crisis en Buenaventura, ¿en qué consiste exactamente esa intervención? Son tres tipos de intervención. La primera en materia de seguridad, que está en marcha desde mediados de febrero; la segunda apunta a concretar una serie de proyectos e iniciativas de corto y mediano plazo, bajo una esquema de seguimiento gerencial-social, y una tercera intervención es de largo plazo. ¿Dónde encajan los 400 millones de dólares? Buenaventura no solo necesita medidas de Policía, siendo estas necesarias; es urgente contrarrestar el delito y sus causas sociales. De ahí la decisión del Gobierno, y en particular del Presidente Santos, de contratar un crédito por 400 millones de dólares, para el desarrollo de Buenaventura y el Pacífico. Es una suma sin precedentes; el Plan Pacífico tuvo un valor de 35 millones de dólares y aquí estamos hablando de más de 800.000 millones de pesos. ¿En qué se invertirán los recursos? El año pasado el Presidente ordenó la realización de dos estudios claves, el Plan Maestro y el Plan de Competitividad de Buenaventura. Una vez estén los estudios en julio y examinada la proyección de otras rentas, nacionales y territoriales, se podrá precisar el valor del crédito y los proyectos a financiar. ¿La creación de una agencia para el desarrollo del Pacífico se debe a que se desconfía del manejo departamental o local de los recursos? En Buenaventura y el Pacífico se han invertido sumas importantes y los cambios son tímidos frente a las complejidades de la región. Ello obedece no solo a problemas de corrupción, que los ha habido, sino a un sistema paquidérmico de ejecución. De ahí la idea de una agencia similar al Forec. Se anunció la llegada de un gerente social… Más que un gerente se trata de una gerencia social en cabeza de dos altos funcionarios, David Luna y Gabriel Vallejo. Se decidió también que Luz Amanda Pulido, quien trabaja con el Alto Consejero Luna, se radique en Buenaventura por el tiempo que sea necesario, como enlace nacional. ¿Qué harán? Coordinar la intervención social en el corto y mediano plazo, mientras se crea la agencia para el desarrollo del Pacífico, lo que debe ocurrir este año. Otro tema que usted ha liderado es la construcción de un nuevo centro de menores para el Valle del Cauca. La Nación había destinado $10 mil millones y usted dijo que los recursos se podrían perder porque la Gobernación decidió no aportar un lote en Tuluá. ¿Qué pasó? Luego de un año de trabajo y búsqueda, no hay lote. El que la Gobernación había comprometido, en Tuluá, no lo va a aportar. Es muy lamentable. Usted fijó un plazo y sostiene que la Gobernación no respondió, pero ellos dicen que sí… Al Gobernador le tengo consideración y no quisiera ahondar en la polémica, pero no es cierto lo que dicen y ellos lo saben. Solicité una respuesta antes de concluir febrero y la carta, aunque con fecha del 27 de ese mes, llegó el 6 de marzo. Pero lo importante no es la fecha, sino el contenido de la carta. ¿Cómo así? En la carta se esperaba una confirmación oficial del aporte de una parte del lote en Tuluá, y eso no ocurrió. Por el contrario, se esgrimen razones para proponer que los recursos se destinen a otros centros. Es muy diciente. El Gobernador y el Secretario de Gobierno del Valle dicen que hace falta “solidaridad” de parte de la Alta Consejería Presidencial porque no ha aceptado las propuestas de sitios para construir este centro. No es cierto. El más descorazonado con lo sucedido soy yo. No solo porque creo en el nuevo modelo de atención que deseaba implementarse en el centro del Valle, sino porque conseguí los recursos nacionales. Respecto de los lotes, el ICBF los descartó porque no cumplían los requisitos técnicos. ¿Qué va a pasar entonces? Me reuní de inmediato con el Director Regional del ICBF y el Secretario de Gobierno de Cali. Estamos examinando opciones, procurando no perder los recursos. Mientras ello ocurre, sería recomendable que la Gobernación no disponga de los recursos que dijeron que le iban a destinar al proyecto. Es decir, ¿hay esperanza de que no se pierdan los recursos? El Director del ICBF a nivel nacional me ha solicitado considerar el envío del grueso de los recursos a Pasto y Cesar. Ya tenemos $2000 millones para renovar los talleres en Valle del Lili. Haré lo que esté a mi alcance para que al menos una parte de los otros $10000 millones adicionales se quede en el Valle.