Con el apoyo de Pandi, chicos de Potrero Grande entre los 12 y 18 años, escribieron sobre su realidad, la violencia que los rodea y el camino que ellos ven posible para hacerle el quite a ese agobiante flagelo.

Con el objetivo de “empoderar a los niñas y niñas en el conocimiento de sus derechos”, la Fundación Agencia de Comunicaciones Periodismo Aliado de la Niñez, el Desarrollo Social y la Investigación, Pandi, y la Organización Integral para las Migraciones, Usaid, pusieron en marcha una iniciativa para que niños de distintos rincones del país contaran la realidad que los rodea.Para ello se desarrollaron jornadas de escritura que dejaron como resultado reflexiones y miradas consignadas en textos que recogen sus voces sin mayores filtros. El proyecto, de hecho, se denominó ‘Las noticias en la voz de la niñez, expertos en sus propias realidades’.En Cali, el trabajo se llevó a cabo en el sector de Potrerogrande con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones. Allí, durante dos meses, un grupo de chicos convertido en “reporteros ciudadanos, estuvieron recorriendo las calles de su barrio con los sentidos dispuestos para contarlo de otra manera. En ese tiempo, además de textos, también hicieron radio y televisión con el mismo propósito. El País presenta uno de los trabajos resultantes de esta experiencia, en el que participaron Camilo Arriaga (16 años), Suani Cortes (13 años), Viviana Duque (15), Yerlin Mina (12), Adrian Pantoja (13), Helen Ventez (13), Liz Hinestroza (12), Felipe Ordoñez (13), Héctor Vélez (18) y Kevin Castillo (15):En la actualidad, son muchos los niños y las niñas en nuestro país que se encuentran rodeados de un ambiente cargado de mucha violencia, ya sea en el campo por la violencia que genera el conflicto armado, o en las ciudades por parte de pandillas que buscan tener el control de algunos territorios y trazan líneas invisibles en algunos barrios.Además de estar en espacios de violencia, estos niños y adolescentes también se encuentran amenazados por la falta de oportunidades de estudio y de participar en actividades artísticas y culturales que ocupen su tiempo libre.“Cuando los niños no tienen oportunidades y viven rodeados de violencia en su barrio pueden caer en situaciones como consumo de sustancias psicoactivas o ser víctimas en los enfrentamientos entre pandillas”, afirma Viviana Duque, de 15 años.La pobreza que viven los niños y las niñas en estos espacios de violencia también hace que recurran a cualquier medio para conseguir dinero para comer o para poder ayudar en su hogar. Así lo manifiesta Camilo Arriaga, de 16 años: “Muchos niños se encuentran en condiciones de pobreza, esto hace que entren en desesperación por no poder comer o ver a su familia en dificultades por falta de dinero. Esto los lleva a cometer actos ilegales para poder llevar algo de dinero a su hogar”.Otro factor que creemos que induce a los niños y niñas a caer en manos de la violencia es la falta de apoyo y acompañamiento por parte de sus familiares, ya sea por falta de tiempo o la falta de diálogo y atención por parte de los padres a sus hijos.“En muchas ocasiones la familia no pone atención a sus hijos por eso los niños y niñas pasan mucho tiempo en la calle y esto los induce a malos hábitos, acerca los niños al crimen, a la drogadicción y a que sean víctimas de abuso sexual”, manifiesta Suani Cortés, de 13 años.Arte y cultura como escapeAdemás de garantizar a los niños y a las niñas el derecho a la educación, es muy importante que se les brinden oportunidades para ocupar su tiempo libre en diferentes actividades artísticas y culturales para que lo que inviertan en algo positivo y así sea un aporte para su futuro.“Para mí los niños se alejan de la violencia ocupando el tiempo libre haciendo actividades para que los niños y las niñas que vivan en espacios de violencia no se vayan por mal camino y que en un futuro ellos sean gente de bien y puedan progresar en su vida social”, dijo Héctor Vélez, de 18 años.Hablamos con Jaime Moreno, profesor de pintura y dibujo del Tecnocentro Cultural Somos Pacífico, quien nos manifestó: “El arte es cultura, cuando los niños ocupan su tiempo libre en dibujar o pintar, no piensan en los problemas y reduce sus conductas agresivas. Estas actividades también deben ser acompañadas por los padres de familia porque de nada sirve que los niños practiquen estas actividades y lleguen a un entorno problemático”.Construcción de paz“A través de estas actividades nos libramos de ser víctimas de la violencia de pandillas en los barrios y no les damos más angustias a nuestros padres”. Felipe Ordoñez, 13 años.Otro de los beneficios de ocupar nuestro tiempo libre en estas actividades es que los niños y jóvenes aprendemos sobre nuestros derechos y cultivamos diferentes valores que nos van formando como ciudadanos de bien, construyendo una sociedad mejor.“Cuando los jóvenes tienen la oportunidad de hacer parte de estos grupos artísticos y culturales hay una formación en valores y en temas psicosociales, además con el apoyo en las escuelas, los jóvenes se empoderan como líderes y de esta manera contribuyen a la construcción de la paz”, afirmó Diego Alejandro Ibarguen, director regional de la Familia Ayara, del Valle del Cauca.“Las actividades culturales, las oportunidades de estudio y de aprender muchas cosas nuevas me alejan de la calle y así no aprendo vicios. Además me reúno con otros niños a los que les gusta hacer este tipo de actividades”, considera Sofía Moreno, de 13 años.Por eso queremos recordar la importancia de ocupar el tiempo libre de los niños, que se encuentran en estos ambientes vulnerables a cualquier tipo de violencia, en actividades artísticas y culturales donde puedan desarrollar diferentes habilidades y que les brinden oportunidades para tener un mejor futuro.