En una operación conjunta entre la Policía Nacional, la Interpol y autoridades de los Estados Unidos, fueron extraditados 13 ciudadanos colombianos solicitados por delitos asociados al narcotráfico y concierto para delinquir. La entrega se realizó en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, y corresponde a requerimientos emitidos por dos cortes estadounidenses, el Distrito Medio de Florida y el Distrito Este de Texas.
Entre los extraditados figuran tres exintegrantes de la Armada Nacional, señalados de participar activamente en una red internacional de tráfico de cocaína. Se trata de Héctor Núñez, Eduard Solís y Erick Restrepo, quienes, según la investigación, mantenían vínculos con estructuras delictivas en Colombia, México y EE. UU.
La misma Corte de Florida también solicitó la extradición de Osmarino Tejedor, César Rentería y Milton Reina, señalados por su presunta participación en el envío sistemático de cocaína al extranjero. Otro implicado, Óscar Acosta, alias “Beto”, es acusado de fungir como mensajero entre carteles colombianos y organizaciones criminales en México y Guatemala.
Por su parte, la Corte del Distrito Este de Texas pidió a seis individuos relacionados con una red de laboratorios clandestinos que abastecían rutas hacia Ecuador, Centroamérica y Estados Unidos. Entre ellos se encuentran Heiber Zamora, Jonier Zamora, José Rosero, Ismaelino Muñoz y Fredy Acosta, alias “El Señor”, identificados como líderes en la producción y distribución de cocaína a gran escala.
También fue extraditado Jesús Ruíz, miembro de la estructura conocida como La Cordillera, sindicado de camuflar estupefacientes en exportaciones hacia Europa, Medio Oriente y Norteamérica.
El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, destacó el impacto de estas extradiciones y aseguró que en lo corrido del 2025 ya se han realizado 119 capturas con fines de extradición, de las cuales 82 están relacionadas con el narcotráfico.
Las redes desmanteladas empleaban rutas logísticas sofisticadas que cruzaban varios países latinoamericanos antes de llegar a sus destinos finales en otros continentes. De acuerdo con los informes, el uso de laboratorios móviles, transporte marítimo y corrupción institucional formaban parte del esquema criminal.
Las autoridades aseguran que estos operativos forman parte de un acuerdo- permanente de cooperación judicial entre Colombia y los Estados Unidos, centrado en el combate al crimen transnacional.
El seguimiento a estos casos continuará por parte de organismos internacionales de justicia, que no solo buscan capturar a los principales responsables, sino también rastrear las finanzas, identificar a posibles colaboradores y desarticular por completo las estructuras logísticas que facilitaron el tráfico ilegal a través de múltiples jurisdicciones.
Las investigaciones se extenderán a los países de tránsito y destino, con el objetivo de interrumpir el flujo de sustancias ilícitas y reducir el impacto de estas redes en la seguridad regional y global.