En diálogo con Colprensa el director del Inpec, general Mariano Botero, dijo que la responsabilidad de la denuncia presentada por Noticias Caracol en la que se muestran salidas irregulares de Carlos Mattos de la cárcel La Picota de Bogotá, es del director de ese centro carcelario, el coronel Wilmer Valencia, y no de él.

“Sin eximirme de culpas, porque yo soy la cabeza del Instituto Nacional Penitenciario, aquí directamente tiene que responder el Director de La Picota, con su cuerpo de vigilancia quienes eran los directamente responsables de generar la designación, la supervisión y el regreso de este individuo al centro penitenciario”, explicó el general.

Bajo esta línea, el general explicó que como director tiene a cargo 132 establecimientos, por lo que “se generan unos protocolos generales en los cuales se les dice a cada director qué es lo que tiene que hacer. Esos protocolos están definidos y en el caso del señor Carlos Mattos el director de La Picota es el directo responsable de nombrar, junto con el comandante de vigilancia de la guardia, la custodia de este individuo”.

Frente a su destitución, anunciada ayer en la mañana por el presidente Iván Duque, el director del Inpec la catalogó como dolorosa.

“Me parece que eso es una falta de consideración con quien le ha servido al país durante 25 años y donde me he desempeñado en diferentes estamentos y lo he hecho con el mayor lujo de los casos. Es doloroso que le digan a uno que lo botamos, porque se está poniendo en duda mi honor, en riesgo a mi familia y no me parece justo”, agregó.

De acuerdo con el informe de la unidad investigativa de Noticias Caracol, el empresario Carlos Mattos, preso por sobornar jueces y funcionarios judiciales dentro de un proceso por la distribución de la marca Hyundai en Colombia, salía de manera irregular de la cárcel La Picota en un vehículo del Inpec y se trasladaba a su oficina en el norte de Bogotá.

El noticiero hizo un seguimiento a Mattos el pasado 25 de febrero. De acuerdo con las imágenes presentadas, Mattos permaneció varias horas en su oficina, momento en el cual se encontró con su abogado Iván Cancino, pese a estar irregularmente por fuera de la cárcel.

Mientras permanecía en su oficina, la camioneta del Inpec estuvo estacionada en un parqueadero vecino esperando, y horas después lo llevó de nuevo a la cárcel. Pese a que debería estar intramuros, las imágenes muestran en varios momentos a Mattos caminando tranquilamente por la calle, sin compañía de ningún guardián.

El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, confirmó la destitución del director del Inpec, general Mariano Botero, y del director de la cárcel La Picota, coronel Wilmer Valencia.

Además, el ministro de Justicia informó que Carlos Mattos será trasladado a la cárcel de Cómbita en Boyacá “dónde estará con todas las medidas de seguridad para evitar nuevas situaciones irregulares”.

En reemplazo del general Mariano Botero y como director encargado, fue designado el coronel Joaquín Medrano, actual subdirector del Inpec.
Bajo esta misma línea el Ministro de Justicia informó que se conformó un equipo de alto nivel para que haga una intervención en la Cárcel La Picota, integrada por funcionarios de la Fiscalía General, la Procuraduría y el Ministerio de Justicia.

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¿Quiénes responderán?

El retiro fulminante del Director del Inpec y el Director de La Picota es solo el comienzo de un proceso con graves consecuencias, tanto en lo penal como en lo disciplinario, para los involucrados.

De acuerdo con el abogado y presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, Francisco Bernate, en este caso es fundamental establecer quién solicitó ese permiso, cómo se dio, cómo resulta Mattos en su oficina (a pesar de que debía estar en una cita médica) y por qué los guardianes del Inpec terminan haciendo de escoltas y de conductores para que vaya a su despacho privado.

Según un oficio revelado por Blu Radio, la Dirección del Inpec autorizó la salida de Mattos el pasado 25 de febrero a una cita de optometría que debía realizarse en la calle 50 con carrera 13 de Bogotá, un lugar muy distante de la oficina de Mattos, que queda en el norte de la ciudad. El oficio no fue firmado por el director del Inpec, Mariano Botero, sino por el director de Custodia y Vigilancia del Inpec, el teniente coronel Joaquín Dario Medrano, quien ayer precisamente fue nombrado como director del Inpec encargado, en reemplazo de Botero.

A inicios de esta semana el Inpec anunció el comienzo de una investigación disciplinaria interna contra el Director de la Cárcel La Picota, luego de conocerse una denuncia del diario La Nueva Prensa, que lo señaló de darle beneficios dentro de la cárcel al exgobernador de Arauca, Facundo Castillo, todo a cambio de que este promoviera la compra de votos a favor de su esposa, Luz Estella Quenza Becerra, candidata a la Cámara de Representantes por ese departamento.

Bernate explicó que en este caso debe haber una investigación disciplinaria que puede llevar a la destitución e inhabilidad, hasta por 20 años, y también debe iniciarse una investigación penal para determinar el uso de ese vehículo oficial, que puede ser tipificado como peculado por uso, y la expedición de los permisos, lo cual constituye un delito de prevaricato por acción.

Para el abogado Bernate, también es fundamental establecer el papel que cumplió el apoderado de Mattos, Iván Cancino, en todo este escándalo: “El abogado que llega a una reunión donde está custodiando el Inpec y que no fue una situación clandestina, tendrá que dar las explicaciones ante la autoridad disciplinaria que ya ha iniciado una actuación”.

El abogado penalista Fabio Humar, sin embargo, considera que no existe ninguna responsabilidad por parte del abogado Iván Cancino.
“Ellos se reunieron y quien debe responder es el cliente, pero no el abogado. Se está satanizando la función del abogado, pero la responsabilidad sí debe ser del Inpec y sus funcionarios”, finalizó.

Se espera en los próximos días los resultados de la investigación sobre quiénes estarían involucrados en las salidas irregulares de Mattos.