En la mañana de este domingo 7 de septiembre se conoció que el Ejército Nacional destruyó maquinaria empleada en actividades de minería ilegal en zona rural de Palmira, Valle del Cauca.
Con esta acción, se habría logrado afectar económicamente a las disidencias de las Farc, quienes son señalados como los presuntos responsables de este acto.
Además, como parte de los logros, el Ejército destacó la protección a una fuente hídrica clave en la zona, como lo es el río Amaime, del cual dependen varias comunidades.
Sobre el operativo
En una operación conjunta entre la Tercera Brigada del Ejército Nacional y la Policía del Valle del Cauca, fue neutralizada una estructura de minería ilegal en el corregimiento de Los Ceibos, jurisdicción del municipio de Palmira.
Durante el operativo, los uniformados encontraron maquinaria pesada que estaba siendo utilizada para la extracción ilegal de minerales en un yacimiento clandestino.
La intervención tuvo como objetivo principal frenar una economía ilícita que, según cálculos de las autoridades, generaba ingresos superiores a los $ 60 millones de pesos mensuales.
Además, se reveló que dichos recursos presuntamente financiaban actividades delictivas de un grupo armado residual que azotaba la zona.
Hallazgos
De acuerdo con información del Ejército, los equipos incautados pertenecían al grupo armado organizado residual (GAO-r) conocido como frente ‘Adán Izquierdo’, una disidencia de las antiguas Farc que opera en el centro del Valle del Cauca.
Esta facción criminal habría instalado dragas y motobombas en la zona para llevar a cabo la explotación de minerales de manera ilegal.
En total, fueron inutilizadas dos dragas con motor y tres motobombas eléctricas, lo cual representa un golpe significativo contra la capacidad operativa y financiera de dicho grupo armado.
Uno de los aspectos más delicados de la intervención fue la contaminación generada sobre el río Amaime, un afluente fundamental para el suministro de agua en comunidades rurales del municipio.
Según reportes oficiales, la actividad minera estaba provocando daños graves en el entorno natural, incluyendo la remoción de suelos, destrucción de la capa vegetal y vertimiento de residuos contaminantes al cauce del río.
“La afectación ambiental que se ha generado en esta zona tiene un impacto que podría tardar entre 20 y 30 años en ser reparado”, señaló la Tercera División del Ejército.
Además, dijeron que este tipo de prácticas no solo deterioran el ecosistema, sino que comprometen la salud y el bienestar de las poblaciones que dependen de esta fuente hídrica.
Por último, tras el operativo, el Ejército destacó que seguirán adelantando acciones para desmantelar estos frentes económicos de las organizaciones armadas residuales.