En un operativo simultáneo realizado en distintas provincias de Ecuador, las autoridades capturaron a 26 personas señaladas de vínculos con los ‘Comandos de la Frontera’, estructura de las disidencias de las Farc.

Según Amazon Underworld, se trató del operativo contra el lavado de activos más grande de la historia de Ecuador, el cual dejó al descubierto a una red que habría blanqueado más de 350 millones de dólares provenientes de esa organización narcoguerrillera, que no solo ejerce control territorial en Colombia, sino también en zonas de Ecuador y Perú.

El informe de la alianza de medios que investiga el crimen transfronterizo en la Amazonía, advierte que los ‘Comandos de la Frontera’ han crecido de manera exponencial en los últimos seis años.

Denuncia además que los miembros de esa narcoguerrilla firman contratos por tres años y reciben pagos mensuales que oscilan entre los 500 y los 2500 dólares. Los salarios pueden alcanzar los 3700 dólares a personas con experiencia militar y conocimientos en manejo de explosivos.

Una investigación de la alianza de medios Amazon Underworld dejó al descubierto que los miembros de esa narcoguerrilla firman contratos por tres años. | Foto: Captura de video

Además de esos pagos, otorgan beneficios que imitan esquemas laborales, como licencias remuneradas y compensaciones económicas para las familias en caso de muertes en combate.

Una vez reclutados, los nuevos integrantes reciben tres meses de entrenamiento antes de ser enviados a zonas de enfrentamiento. Sin embargo, la corta preparación se traduce en un alto número de bajas dentro de la organización.

La investigación apunta que la apuesta de los ‘Comandos de la Frontera’ se enfoca en consolidar los negocios ilícitos, que no se limitan solo al narcotráfico, sino que se extienden a la extorsión, el contrabando de combustible y la minería ilegal.

Un reciente operativo contra el grupo dejó al descubierto a una red que habría blanqueado más de 350 millones de dólares. Imagen de archivo. | Foto: Wiston Viracachá/ El País

En Ecuador, han extendido su presencia en la cuenca del río Punino, en Orellana, un territorio con importantes reservas de oro. Se dice que la facción criminal opera con un alto nivel de mecanización: compra la hoja de coca en Colombia, la transforma en cocaína y usa rutas ecuatorianas para enviarla hacia Norteamérica y Europa. Las utilidades terminarían invertidas en actividades de minería ilegal.

De acuerdo con información de las Fuerzas Armadas de Ecuador, las ganancias son canalizadas a través de criptomonedas, empresas fachada y la compra de propiedades con el objetivo de blanquear el dinero ilícito.