La gestión de los residuos sólidos en Cali atraviesa un proceso de transformación impulsado por innovaciones operativas, tecnológicas y sociales desarrolladas por Promo Cali-Valle. Durante 2025, la empresa ha implementado estrategias que impactan tanto el espacio público como el comportamiento ciudadano, con resultados visibles en distintos sectores de la ciudad.
En el último año, se recolectaron más de 266 mil toneladas de residuos, una cifra equivalente a 18.000 volquetas. A esto se suman cerca de dos millones de kilómetros de barrido manual, el mantenimiento de más de 77 millones de metros cuadrados de zonas verdes, la poda de 33.797 árboles y el lavado de 35.712 metros cuadrados de espacio público. Estos resultados responden a mejoras en los procesos operativos y a una planificación apoyada en metodologías que optimizan rutas, recursos y calidad del servicio.
Más allá de los indicadores técnicos, la empresa destaca avances en la transformación del comportamiento ciudadano. En 2025 se desarrollaron 284 acciones pedagógicas en barrios como Petecuy, Vipasa, Jorge Isaacs, Rafael Uribe, El Vergel, Villa del Sur y San Luis. Estas jornadas, lideradas por el equipo social de Promo Cali-Valle y su mascota Bongo, hacen parte de un modelo propio de gestión comunitaria enfocado en educación ambiental, creatividad y participación activa.
Recuperar puntos críticos con nuevas estrategias
Uno de los cambios más visibles ha sido la recuperación de puntos críticos utilizados históricamente como botaderos informales. En articulación con el Dagma, la Policía Ambiental y las Juntas de Acción Comunal, se ejecutaron acciones de limpieza, cerramientos, siembra de jardines y urbanismo táctico. Estas intervenciones han permitido transformar antiguos focos de riesgo ambiental en espacios seguros y apropiados por las comunidades.
En el ámbito educativo, se fortaleció la figura del Guardián Ambiental como una estrategia para involucrar a niños y niñas en la protección del entorno. A través de actividades lúdicas, teatrales y manualidades con materiales reciclados, estudiantes de diferentes instituciones participan en un programa que fomenta valores de sostenibilidad y corresponsabilidad, proyectado como un modelo replicable en otras zonas de la ciudad.
Convertimos residuos en nuevas oportunidades
En materia de aprovechamiento, uno de los principales avances ha sido la consolidación de la ruta de residuos orgánicos. En alianza con 276 clientes institucionales y comerciales, Promo Cali-Valle recolecta mensualmente alrededor de 470 toneladas de residuos orgánicos, que anteriormente terminaban en el relleno sanitario y hoy son transformadas en abono.
Este proceso se apoya en un esquema logístico fortalecido, buenas prácticas de economía circular y el uso de tecnologías limpias. “La idea es que los residuos no se vean como basura, sino como un recurso con valor”, señaló Ronald Segura, uno de los operarios de la ruta, al destacar el cambio de percepción en cocinas industriales, colegios y otros espacios.
A estos logros se suma la certificación Basura Cero en categoría Oro, otorgada por el Icontec, que recibió Promo Cali-Valle. Con este reconocimiento, la empresa se convirtió en la primera prestadora de servicios públicos del país en obtenerlo, gracias a la implementación de programas integrales para el manejo de residuos, el uso eficiente del agua y el control de vertimientos, emisiones y huella de carbono.
Una apuesta con visión de futuro
La participación de Promo Cali-Valle en eventos comunitarios y culturales como el Día del Pandebono, jornadas barriales y la Semana de la Biodiversidad ha reforzado el mensaje de que la gestión de residuos es una responsabilidad colectiva. Estas acciones hacen parte de una estrategia integral que combina innovación operativa e innovación social.
Desde la empresa se destaca que la transformación ambiental de Cali comienza en los barrios y se fortalece con el trabajo conjunto entre ciudadanía, autoridades y sector empresarial. De cara a 2026, el reto será ampliar el impacto de estas soluciones y mantener la innovación como eje para avanzar hacia una ciudad más limpia, segura y sostenible.