María Alexandra Pacheco, gerente general de la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbana de Cali (EDRU), el Barrio Obrero, asegura que uno de los territorios más emblemáticos de la ciudad, atraviesa hoy un proceso de transformación urbana que tiene como eje la memoria, la cultura y la identidad salsera. A través del ‘Recorrido Patrimonial del Complejo Musical-Dancístico de la Salsa’, la entidad lidera una intervención integral orientada a revitalizar el espacio público sin desligarlo de la historia viva que ha convertido a este barrio en un referente cultural a nivel local y mundial.

Pacheco señala que el Recorrido Patrimonial de la Salsa surge como una iniciativa de base ciudadana, impulsada por generaciones de habitantes que han construido su vida alrededor de la música, el baile, los oficios y las prácticas culturales asociadas a la salsa caleña. A partir de ese interés comunitario, la EDRU articuló un modelo de intervención que combina obra física, participación social, salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial y activación económica local.

Renovación urbana con enfoque cultural

De acuerdo con la gerente de la EDRU, uno de los principales diferenciales del proyecto es que sitúa el patrimonio cultural inmaterial como eje estructurante del diseño urbano. El Barrio Obrero es reconocido no solo como un sector residencial y comercial, sino como un complejo musical-dancístico vivo, donde la salsa se expresa en academias de baile, comercios, coleccionistas, melómanos y espacios de encuentro comunitario.

Asi van las obras viales del Barrio Obrero de Cali, con la renovación de redes de acueducto, alcantarillado, energía y adoquinamiento de calles, que conectará con la Ruta de la Salsa, con el objetivo de revitalizar el corazón cultural de Cali antes de la Feria de 2025. | Foto: El País

Desde esta visión, explica Pacheco, la EDRU desarrolló una gerencia integral del proyecto que articula a distintas dependencias del Distrito, a entidades como EMCALI, a organizaciones culturales y a los residentes del sector. El resultado es una intervención que concibe al barrio como un museo a cielo abierto, donde el urbanismo, el paisajismo y el mobiliario urbano dialogan con murales, esculturas y narrativas visuales que evocan la memoria salsera y refuerzan el orgullo caleño.

La intervención, añade, contempla el mejoramiento de andenes y vías, la cualificación del espacio público, la instalación de mobiliario urbano y una apuesta decidida por el paisajismo. En este componente ambiental, el proyecto incluye la siembra de 80 especies de arbustos nativos y 4.000 plantas ornamentales, con el propósito de hacer del barrio un lugar más amable, verde y propicio para el disfrute familiar y comunitario.

Participación, sostenibilidad y legado

Pacheco destaca que el proceso de concertación con la comunidad ha sido fundamental para definir los alcances de la intervención. Talleres participativos y ejercicios de escucha activa permitieron recoger las voces, expectativas y observaciones de los habitantes, quienes incluso participaron en la selección de artistas y referentes simbólicos que representan el patrimonio cultural del recorrido.

Desde la perspectiva de la EDRU, explica la funcionaria, la apropiación ciudadana es la principal herramienta de protección del espacio público. Más allá de los controles institucionales, el proyecto busca fortalecer el sentido de pertenencia como estrategia para prevenir el vandalismo y garantizar el cuidado colectivo del entorno, entendiendo que el valor simbólico del recorrido refuerza una relación más consciente entre las personas y su territorio.

En términos de impacto, señala Pacheco, el ‘Recorrido Patrimonial del Complejo Musical-Dancístico de la Salsa’ beneficiará a 1400 familias y a más de 5250 personas del barrio y su zona de influencia, con una inversión superior a los $13.800 millones destinada a obra de infraestructura, arte y dotación, consolidándose como una apuesta estratégica de renovación urbana con enfoque cultural para Cali.