El ´Día de la Madre’ es el pretexto perfecto para desmitificar algunas creencias en torno a la maternidad y la salud. Aún existen falsas creencias alrededor de los procesos de gestación,las enfermedades luego de los embarazos y especialmente, sobre la posibilidad de tener hijos. Entre los mitos más frecuentes está que el tener hijos a temprana edad da cáncer, que concebir un hijo después de los 40 años hace que este llegue al mundo con enfermedades congénitas, que si se tienen problemas hormonales es imposible la concepción de un bebé. El País consultó a profesionales de la salud especializados en ginecobstetricia, reproducción y médicos generales para hallar la verdad sobre estas inquietudes que atormentan a quienes ya son madres y a las que quieren serlo.

1. ¡Las mujeres que son madres a temprana edad
tienen mayor predisposición a desarrollar cáncer!

Falso. Según Alba Lucía Mondragón, ginecobstetra de Imbanaco, el cáncer de cuello uterino se relaciona es con el papiloma (enfermedad que se contrae por relaciones sexuales) y es usual en mujeres maduras. Con respecto a los otros tipos de cáncer, como el de seno y ovario, explica la experta, se dan con más posibilidad en mujeres mayores. Hay unos tipos de cáncer embrionarios que son de ovario y que son muy excepcionales en mujeres jóvenes o adolescentes, pero realmente son escasos. Según la ginecobstetra “lo único que se ha asociado como prevención en el cáncer de seno, son los embarazos y la lactancia prolongada, pero no por embarazarse temprano, sino que, por ejemplo, las mujeres que han tenido una lactancia larga de un año o dos, disminuyen el riesgo de cáncer de seno, a diferencia de las mujeres que no han tenido hijos, no han amamantado o son lactancias por periodos cortos”. La reducción es de alrededor de 1.3 % de disminución de la frecuencia.

2. ¡Las mujeres con un solo ovario no pueden tener hijos!

Falso. “Una mujer que haya perdido uno de sus ovarios, ya sea por una cirugía o por algún tumor pueden perfectamente ser madres”, explica Jorge Díaz, médico de el Grupo Emi. “Mientras ese ovario siga funcionando y sus hormonas estén normales puede lograrlo”, concluye Díaz.
“Incluso, en los casos de pérdida de los dos ovarios o de quimioterapia es posible por medio de la vitrificación de óvulos (congelar los óvulos) antes del procedimiento, para que luego pueda la paciente tener la posibilidad de fecundación in vitro”, añade la médica de Imbanaco Mondragón.

3. ¡La mujer con problema hormonal es infértil!

No es tan cierto. Los expertos concluyen que en reproducción, por la tecnología nueva, el 99 % de estas alteraciones hormonales se pueden manejar con éxito. Ejemplo de eso son los problemas en la tiroides, afección que quita la posibilidad de ovular y de quedar en embarazo, pero que con el tratamiento correspondiente no habría ningún inconveniente. Es cierto según los expertos que varios problemas hormonales generan riesgos altos de infertilidad, algunosde esos son: los de prolactina y el síndrome de ovarios poliquísticos, que es muy frecuente, pero en todo, lo correcto es tener una pronta atención.

4. ¡Tener varios bebés causa problemas en la vejiga!

Verdadero. Según la especialista de Imbanaco, “cuanto más hijos tengas hay más posibilidad de que el músculo que sostiene la vejiga se elongue y cause el prolapso de suelo pélvico, que es el descenso de los órganos de esa área debido a fallas en las estructuras de soporte”. Ella da claridad de que en muchos casos con un solo parto traumático (con pujos inadecuados o un bebé con un alto peso) se causa que los músculos queden lapsos. Sin embargo, hay mujeres con una buena musculatura, que son deportistas, que se alimentan muy bien y tienen tejidos muy buenos, sumado a un parto con adecuada relajación, que pueden tener dos o tres bebés sin afectar su piso pélvico.
Una de las consecuencias, explica Mondragón, es la incontinencia urinaria. “Esto puede evitarse con fisioterapia de piso pélvico, que incluye una buena alimentación rica en proteínas y ejercicios para aprender a contraer los músculos”. En el caso de las mujeres que han tenido hijos, dice Jorge Díaz, médico del Grupo Emi, “se hace una valoración previa, unos exámenes y de acuerdo a todas las características se define que hacer”. “Hay algunas que controlan esto con medicamentos, hay otras que lo hacen con fisioterapia y hay otras tantas que necesitan cirugía”, concluye Díaz.
Los expertos concuerdan en que esta afección es muy usual y que ahora se detecta más temprano que en generaciones pasadas, en las que se veían casos extremos de prolapsos totales que ya comprometen más la salud. Para Mondragón, el cuerpo también influye. “Las mujeres latinas se caracterizan por sus caderas anchas y eso hace que el sostén de los músculos sea más separado y deba hacer más fuerza el cuerpo”.

5. ¡Un embarazo a los 40 tiene alto riesgo de enfermedades congénitas!

Es cierto. “Esto se da porque el número de óvulos de las mujeres es igual desde que nace, entonces, al llegar a los 40 esos óvulos están viejos, porque han durado almacenados todo esos años. Esto hace que sea más posible que sus bebés presenten casos como, daños cognitivos o de desarrolo físico”, asegura la doctora Mondragón. Pero lo falso, según la especialista, es decir que la mujer que lleva un estilo de vida saludable o que es deportista puede tener hijos a edades tardías sin riesgos.  “Independiente de que la mujer sea sana o deportista, la edad es un gran marcador. Lo que afecta no es el estilo de vida sino el tiempo de los óvulos”, puntualiza.
Ella explica que a los 32 años el organismo comienza a disminuir la fertilidad, a los 35 la fertilidad inicia una curva rápida de descenso y comienzan a aumentar los riesgos de embarazo y a los 40 ocurre el pico, riesgo alto y fertilidad baja. Igualmente, aclara que hay muchas mujeres que después de los 40 han tenido sus embarazos normalmente, aunque sí se mantiene el riesgo.

6. ¡Cuando el hijo tiene el RH diferente al de la madre, es un embarazo peligroso y de alto riesgo!

No es tan cierto. Jorge Díaz, médico de Emi, argumenta que esto pasa porque la mamá es RH - y el papá RH+. Ahí, explica, se debe proteger con vacunación para que el segundo embarazo no tenga problema. Con él concuerda Mondragón: “lo que sucede es que luego del primer nacimiento con estas características la mamá produce anticuerpos contra la sangre positiva y cuando se da el segundo embarazo, esas defensas que ya tiene en el cuerpo la madre destruyen la sangre dentro del útero y el niño se afecta gravemente”.

7. ¡Todas las mujeres después de un parto padecen depresión!

Falso. Según el médico del Grupo Emi, Jorge Díaz, “lo que sí hay es un cambio hormonal en el cuerpo al momento del parto, pero en algunas mujeres es más fuerte que en otras”.
Para Mondragón, “durante la gestación hay un exceso de hormonas hechas para poder sostener el embarazo y cuando nace el bebé, todas esas hormonas bajan afectando el sistema nervioso, generando inicios de depresión, que es algo muy similar a los cambios de ánimo y sensibilidad que pasa cuando se tiene la menstruación. Lo mismo sucede en el posparto.
Además, si se le suma a eso el no dormir, los cambios físicos y la tensión, la mujer puede ser más suceptible. Y hay algunas que ya tienen predisposición”.