El Síndrome del Intestino Irritable, más conocido como colon irritable es un trastorno gastrointestinal, lo que significa que sus síntomas están asociados al sistema digestivo en particular. Según los especialistas William Otero y Martín Gómez, en su investigación sobre este síndrome publicada en la Revista Colombiana de Gastroenterología, de un 10 al 20 % de la población mundial sufre de Intestino irritable, siendo más frecuente en mujeres que hombres. Mencionando también que la depresión o ansiedad se detectan en aproximadamente el 40 a 60% de los pacientes que consultan por los síntomas de Síndrome de Colon irritable.

Según el gastroenterólogo del grupo EMI, Mauricio González, “quien sufre de intestino irritable tiene el riesgo de padecer cáncer igual a cualquier persona. Este síndrome no implica un peligro en sí para la vida, pero sí para la forma en la que se vive, pues altera la calidad de vida, la manera cómo ve las cosas, la vida social. Más que un peligro mortal en sí, es un daño para la calidad de vida”.

Sus síntomas pueden estar asociados a otro tipo de enfermedades orgánicas o trastornos psiquiátricos, como la depresión o la ansiedad. Puede ser tratado solo con el cambio de hábitos alimenticios y con medicamentos.

Aunque no es una enfermedad mortal, afecta notoriamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Síntomas

El médico internista Hernán Orrego menciona que el Síndrome del Intestino Irritable está compuesto por la siguiente sintomatología: dolor abdominal, que básicamente está localizado en el abdomen inferior, pero puede corresponder con todo el marco cólico, distensión abdominal, flatos o eructos y alteraciones en el hábito intestinal (diarrea o estre-
ñimiento).

Esta sintomatología, comenta el doctor González, deben estar presentes en el paciente en los últimos 6 meses o al menos algunos días duran-
te dicho lapso, cuando la persona puede identificar que no es un problema pasajero, sino que se repite.

Estos síntomas son considerados característicos de este diagnóstico; sin embargo, puede darse el caso de que ellos sean alerta de otro tipo de enfermedad en el paciente, “Diversas enfermedades pueden originar estos síntomas, por ejemplo, cuando las personas no absorben bien los nutrientes, lo que llaman mal absorción de nutrientes.

Si la persona tiene más bacterias de lo normal en su intestino delgado o si presenta condiciones inflamatorias de su intestino”, comenta el gastroenterólogo del grupo EMI Mauricio González, quien también explica que una vez descartada la posibilidad de que el cuadro sintomatológico se deba a alguna irregularidad en otro sistema del cuerpo, es cuando se le diagnostica con la enfermedad del SII (Síndrome del Intestino Irritable), pero en su criterio “se debe buscar un diagnóstico de algo que le está llevando a esa molestia, buscar la raíz del problema. Sucede que en ese trance se requiere de mucha paciencia y perseverancia, porque deben hacerse muchos exámenes hasta llegar a esa causa”.

Consejos en la alimentación

Las recomendaciones de los médicos en cuanto al tema de la alimentación son variadas. “Se recomienda consumir muchos nutrientes, el intestino sin nutrientes no funciona, todas las reacciones del cuerpo necesitan de minerales. Las sales yodadas (sal común o sal de mesa) se deben evitar y debemos estar conscientes de que cuando se cocina una comida a 46 °C se mueren las enzimas, las vitaminas, todo lo que nos iba a ayudar”, comenta el doctor Jaime Bustos, especialista en medicina alternativa y nutrición.

El doctor Bustos menciona que el estreñimiento, uno de los síntomas más comunes del Intestino irritable, empieza en los pacientes con el consumo de carnes pues esta tiene 0% de fibra, “se debe empezar disminuyendo las carnes, o quitarlas del todo, depende de lo que quiera el paciente. Se recomienda consumir fibra en un porcentaje alto, Psyllium (cáscara de la semilla de Plantago, planta originaria del sur de Asia, que proporciona gran cantidad de fibra), fibras solubles (presentes en las semillas de linaza, avena, zanahorias, pepino, manzana, mango y algunas legumbres) que van para la sangre y limpian, también aumentar el consumo de agua.

Se deben evitar las pastas, todas las harinas blancas, arroz blanco, el pan, azúcar blanca, sal, eso se le llama ‘La dieta blanca’, uno debe cambiar las cosas blancas por cosas de color, productos integrales, harinas de quinua y amaranto”.

Por otro lado, el médico internista Hernán Orrego recomienda que los pacientes procuren “ evitar dietas ricas en celulosas (alimentos como el brócoli, apio, repollo y coliflor) y otros factores que van directamente a inflamar el colon y a generar los síntomas”, también recomienda disminuir el consumo de granos (frijoles, blanquillos, garbanzos, etc.) pues la cáscara que los recubre puede generar estreñimiento. Teniendo en cuenta estas restricciones, lo más recomendable es que los pacientes sean evaluados por un nutricionista para establecer un dieta adecuada.
“Aparte de eso se debe hacer tratamiento con medicamentos, básicamente con medicamentos (antiespasmódicos, laxantes y antidiarreicos) que controlan la motilidad del intestino y que permitan la resolución de los síntomas. Estos medicamentos se dan durante un tiempo de 2 y 3 meses para tratar de regularizar la motilidad intestinal y volverla normal, como debe ser”, menciona el doctor.

Por último, el gastroenterólogo Mauricio González, explica que en su criterio las cohibiciones en el alimento deben ser unas muy puntuales, pues considera que para cada paciente estas deben ser distintas, dependiendo de cómo responda su organismo.

“Uno ve que en internet le quitan de todo, uno va al médico y le quitan todo, yo creo que a veces eso hace que uno se sienta peor y más enfermo, cuando le reprimen todo. A mi modo de ver las restricciones deben ser muy puntuales, hay cosas que de pronto no son tan buenas para el aparato digestivo, por ejemplo el pan, el exceso de lácteos, las comidas procesadas, enlatados, comidas rápidas, conservas, paqueticos, sin embargo, es algo muy individual, porque hay personas que consumen lácteos y no se enferman, no les empeora, entonces yo aconsejo que coman lo que les guste y les caiga bien”, menciona el especialista

Cambiar los hábitos

Sebastián Castellanos, un joven de tan solo 23 años, empezó a sentir hace algunos meses dolor e inflamación en su estómago, la presencia de gases y diarrea. Estas fueron señales de que algo no estaba funcionando bien y decidió consultar a un especialista. “Para mí fue algo positivo, realmente me ayudó a comprender la importancia de alimentarme bien” cuenta Sebastián, a quien su médico le diagnosticó colon irritable y recomendó cambiar su forma de alimentarse e ingerir mayor cantidad de agua.

Al igual que él, Martha Isabel Arteaga, una mujer que desde hace más de 20 años tuvo que cambiar su hábitos alimenticios por la misma causa, ha comprendido la importancia de cuidar su alimentación y hoy en día sigue siendo rigurosa con su forma de comer “Yo eliminé de mi dieta alimentos que no son fáciles de digerir, como el plátano. Llevo una dieta más balanceada desde hace 23 años que empecé a sufrir de irritación en el colon”.

Aunque existen distintas formas de tratar esta enfermedad, ya sea con la medicina convencional o alternativa, los especialistas coinciden en recomendar que los pacientes hagan un cambio en sus hábitos de alimentación, consumo de agua, tomando mínimo 8 vasos diarios (en el caso de sufrir de estreñimiento), y frecuencia en la realización de ejercicio. También mencionan que es importante prestarle atención a reducir el estrés y las preocupaciones, pues estas tienen consecuencias en nuestro organismo, siendo el sistema digestivo uno de los principales involucrados.

Quienes presentan estreñimiento deben consumir mínimo 8 vasos diarios de agua y realizar ejercicio mínimo 3 veces a la semana.