Los caleños María Helena Döehring y Juan Pablo Gamboa protagonizan ‘Técnicas para amar’, este sábado en el Teatro Municipal.

No son terapeutas de pareja, pero María Helena Döehring y Juan Pablo Gamboa le darán una divertida clase para avivar la pasión en un matrimonio de muchos años. Lo harán a través de sus personajes, Dora y Jorge, la pareja de ‘Técnicas para amar’, que tendrá que enfrentar a su peor enemigo: la rutina.Aunque no será precisamente un consultorio, los dos actores caleños prometen que mañana en el Teatro Municipal, además de risas, el público se llevará otra visión del matrimonio.¿Quién no ha tenido diferencias con su pareja? ¿Quién no ha estado a punto de decir ‘no más’, por diferentes razones? Todos, o casi todos los que han experimentado la convivencia... ¿Pero cuántos realmente han apostado por salvar su relación? De eso se trata ‘Técnicas para amar’, la exitosa obra de teatro que después de 14 semanas de funciones en Bogotá, llega a Cali. Además, con esta puesta en escena, María Helena Döehring regresa al teatro, luego de diez años de ausencia. “El teatro para el actor es como el concierto para el cantante. En el teatro se tiene en vivo y en directo la reacción del público con tu trabajo”, dice la actriz que lleva 21 años de casada. Con Juan Pablo Gamboa se conocen desde que eran niños, pero solo hasta que apareció la propuesta de ‘Técnicas para amar’ se encontraron en escena. Basados en la experiencia de sus personajes y por supuesto, de las personales, dialogaron con El País sobre el matrimonio. ¿La obra es una terapia de pareja?Juan Pablo: Sí, totalmente. Estoy seguro de que muchos salen de la obra a solucionar sus problemas de pareja. Cuando uno está casado y se deja llevar por la rutina se mete en enredos por pendejadas, cuando en el fondo hay amor. De lo que se trata con la obra es de desenredar ese tipo de conflictos.María Helena: Es una obra que lleva a las parejas a cuestionar hace cuánto no se miran, se besan o tienen una cita romántica.¿Pero espantará a los solteros?JP: No, al contrario, creo que los inspira, porque mucha gente soltera lo está porque le tiene miedo al matrimonio, quizá porque teme repetir los patrones de sus padres. Pero en la obra lo presentamos de una forma tan terapéutica que terminan cambiando sus ideas. Uno ve a las parejas que llegan distantes y terminan agarrados del brazo después, al finalizar la obra.Dora y Jorge, sus personajes, son asesorados por amigos para solucionar los problemas de pareja. ¿Están de acuerdo con los consejos maritales?MH: Sí claro, casi que uno los pide. Uno se encuentra con amigas y les pregunta: ¿A tí no te pasa tal cosa? Yo sí soy abierta a consejos.JP: Depende de quién. Es que entre mujeres son mucho más responsables a la hora de dar un consejo a una amiga, en cambio los hombres no. Nosotros somos más frescos en ese tipo de situaciones, “si no funcionó dígale adiós y ya”. Así que uno tiene ser más selectivo a la hora de recibir consejos.MH: Sí, en eso tienes razón, las mujeres tendemos a ser coinciliadoras, nos decimos frases como ‘Cómo te vas a separar’ y ‘Pueden superar la crisis’. ¿Además de la rutina, qué más arruina una relación?MH: El mal sexo o la falta de este. La falta de admiración. El día que mutuamente se dejan de admirar, ese día se acaba el matrimonio. JP: La codependencia, en el sentido de que se otorgue la autoridad a uno o al otro. En el momento en el que uno se da cuenta quién es el que manda, ahí empiezan los problemas. En una pareja tiene que haber equidad. ¿Cuál es el año más difícil de la convivencia?JP: Todos (risas).MH: El matrimonio es difícil desde el primer día de convivencia. Lo que pasa es que después de los siete años hay es una crisis permanente, porque ya se acaba el enamoramiento, para darle paso a otro amor, donde hay admiración verdadera. ¿Los colombianos somos muy mojigatos en el sexo?MH: Sí, mucho. Sobre todo las mujeres. Y en la obra le echamos mucho la culpa a la educación. En el caso de Dora, mi personaje, a la mamá. Y en el caso de Jorge, al papá. JP: Sí, y eso ha hecho que muchas parejas no disfruten realmente el sexo. Cuando se habla de la liberación femenina, no solo es que la mujer tenga derecho a votar o a tener un trabajo...MH: Que tenga derecho a echarse una cana al aire y no la crucifiquen.A revivir la pasiónDos parejas distintas hacen parte de esta obra: Dora (María Helena Döehring) y Jorge (Juan Pablo Gamboa) están al borde de acabar con su matrimonio, pues después de muchos años juntos el fuego de la pasión parece apagarse. Pero gracias a los consejos de sus divertidos amigos Leo (Julio Pachón) y Susana (Adriana Campos), quienes llevan una vida de pareja explosiva, como dos adolescentes, Dora y Jorge deciden romper con ciertos mitos sexuales y darse una oportunidad.