Por qué una pizca de sana ‘maldad’ hace más atractivos a los hombres. Ni maltratadores, ni infieles, ni abusivos; simplemente... misteriosos.

Normalópatas: dícese de aquellos hombres previsibles, planos, normales, corrientes y genéricos. De esos que tienen colgada en su habitación el afiche de su equipo de fútbol al lado del afiche de la rubia voluptuosa y literal por la que los demás normalópatas también suspiran. Tu fin de semana con el ‘buenazo’ siempre dependerá de lo que su mamá o su jefe le hayan programado. Ya sabes lo que te regalará de cumpleaños, la película de carros y de balas que querrá ver en cine y la anécdota que contará en la próxima reunión de amigos.Su típica respuesta es: “No sé a donde ir, dime tú”. Van de vacaciones a los mismos sitios, se resisten a probar lo nuevo, tienen pocas ambiciones laborales y lo más arriesgado que han hecho es montar a caballo. Eventualmente aceptará acompañarte a ver películas románticas; un chico malo JAMÁS.En cambio, con los chicos ‘malos’ nos divertimos más, nos miran con descaro y tienen menos tabúes sexuales. Intuyes que podrían arrancarte la ropa a mordiscos en un arrebato de pasión. No van por ahí haciendo lo que les dicen. Son rebeldes, imprevisibles, viriles, de espíritu libre. Tienen la sonrisa malévola, el don de la palabra, el humor ácido y el ego suficiente para saber perfectamente la atracción que producen. Pero saben jugar bien sus cartas, son seductores pero selectivos. Son cazadores, pero no se dejan cazar (ni casar).Tienen ese halo de misterio que los hace altamente irresistibles. Jamás se entregan completamente, pero se dejan ‘degustar’ a sorbos, pues su arma es el misterio. Se hacen desear. No son tramadores profesionales, pues no lo necesitan. Sus frases no son fríamente calculadas, realmente nunca sabes con qué van a salir y hasta pueden sorprenderte con su franqueza.No estamos hablando aquí del patán, del vago, del abusivo, ni del mantenido, tampoco del mujeriego ni del agresivo. Ese no es el ‘malo’ que nos gusta.Hablamos del hombre interesante, porque esconde un ‘no se qué’ que nos atrae. El que vemos distante, casi imposible de alcanzar. El que nos descresta con acciones y con palabras inesperadas. Las últimas investigaciones confirman que las mujeres están programadas para derretirse por estos hombres que “huelen a peligro”. Por eso muchas intentan conquistarlos de la manera que sea, con la esperanza de “domesticarlos”. El chico ‘malo’ se convierte en un reto: “Conseguiré que él (que puede tener a las que quiera) me elija a mí”. Una investigación de la Universidad de British Columbia confirma la obsesión de las mujeres por los ‘bad boys’. En un estudio con 1.000 participantes, las mujeres calificaron al chico ‘malo’ como el más seductor y atractivo, mucho más que los buenos, que parecían felices y generosos. “Muchas caen flechadas por los hombres que no parecen tener miedo de ir contra la corriente, porque ellas creen que su modo de comportarse los hace más masculinos”, afirma la psicóloga Jean Twenge, coautora de ‘The Narcissism Epidemic’. Con ella coincide la neuropsicóloga Louann Brizendine, autora de libros sobre la mente masculina y la femenina, quien asegura que los chicos malos “nos atraen más porque nos resultan más viriles y más capaces de protegernos. Se convierten en un desafío para nosotras, que tenemos la mente programada para interactuar con el sexo opuesto, y cuando un hombre no responde a nuestros gestos de cariño y complicidad, nos empeñamos en conquistarlo”.A algunas mujeres les gusta ese hombre “que les da más adrenalina, con motivaciones nuevas, amantes de los deportes extremos, capaces de viajes inesperados. Los que no son pasivos, los que siempre tienen ideas nuevas, los aventureros que no duermen y siempre actúan, los que no las aburren nunca y las hacen sentirse vivas. Los que las sorprenden con sus locuras, pero a la vez con su inteligencia y su fuerte personalidad, por ellos sí que tienen los pies en la tierra”, dice la psicóloga Frauky Ramírez.Sin embargo no a todas las mujeres les gusta ese tipo de hombre. “Los chicos malos atraen a las más independientes, sin patrones culturales rígidos; a las que no temen tener a su lado un hombre que también llame la atención; a las que disfrutan lo novedoso y prefieren un hombre con iniciativa en lugar de uno que puedan dominar con un dedo”, agrega la experta. Ellos también son selectivos. No les gusta una mujer complaciente y sumisa, sino la que hace valer sus principios y toma sus propias decisiones, la que tiene carácter y lo demuestra. Tampoco se rigen por el prototipo de belleza que el ‘normalópata’ busca. Para ellos la mujer que muestra mucho no representa un reto.Ejemplos de ‘chicos malos’ hay por doquier en Hollywood. A James Dean lo llamaban ‘Rebelde sin causa’, pero también está en el top de los actores más deseados de la historia del cine. Sumado a su atractivo físico había características de su personalidad que lo hacían irresistible: era irreverente, indiferente y un poco manipulador. Y las mujeres deliraban por él.Los ‘rasgos oscuros’ atraenLo que los chicos buenos ya sabían lo han confirmado los científicos: los tipos ‘malos’ consiguen más chicas. O como dicen algunos hombres envidiosos de los ‘chicos malos’: “A las mujeres hay que tratarlas bien, porque si no se enamoran de uno”.Un estudio divulgado por la revista ‘New Scientist’ explica que los ‘rasgos oscuros’ resultan más atractivos: la auto obsesión de narcisismo, el comportamiento impulsivo, la adicción a las emociones y la aparente insensibilidad, y la naturaleza engañosa y explotadora de los ‘maquiavélicos’. “Hemos conseguido pruebas que nos permiten asegurar que estos tres rasgos pueden representar una acertada estrategia evolutiva”, dice Peter Jonason, de la Universidad del Estado de Nuevo México en Las Cruces, EE.UU.El estudio, presentado por Jonason, en la reunión de Comportamiento Humano y Evolución de la Sociedad en Kyoto, Japón, concluye que quienes poseen más rasgos ‘oscuros’ en su personalidad tienden a tener más compañeras sentimentales.Como dice Cristina, una universitaria de 22 años: “Lo que me atrae de los chicos malos es esa cara de misterio, la barba de tres días, la ceja levantada y la promesa de una aventura nueva cada día. Los que te regalan una canción en lugar de una caja de chocolates y un viaje inesperado en vez de un ramo de rosas”. Por eso y no por otra cosa es que algunas mujeres dicen que “es mejor malo conocido que bueno por conocer”.