La Novena de Navidad avanza este lunes 22 de diciembre con la celebración del día 7, una de las jornadas más significativas dentro de esta tradición que reúne a familias colombianas en torno a la oración, los gozos y los villancicos, a pocos días de la Nochebuena.

En diferentes hogares del país, la novena se ha convertido en un espacio de encuentro familiar, reflexión espiritual y preparación para la llegada del Niño Jesús. A medida que se acercan las fechas centrales de la Navidad, el mensaje de cada día adquiere un sentido especial, reforzando valores como la fe, la esperanza y la unidad.

En diferentes hogares del país, la novena se ha convertido en un espacio de encuentro familiar | Foto: Raúl Palacios | El País

Para este séptimo día, la consideración invita a meditar sobre la humildad y la disposición del corazón para recibir a Jesús. El texto resalta cómo, a pesar de las dificultades y de la espera, María y José mantuvieron la confianza en los designios de Dios, preparando el camino para el nacimiento del Salvador.

Antes de iniciar la reflexión propia del día, los fieles realizan la oración para todos los días, una plegaria central de la Novena de Aguinaldos con la que se agradece el amor de Dios manifestado en el envío de su Hijo al mundo.

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio.

Yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de ello os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

(Se reza tres veces Gloria al Padre).

La jornada comienza con la llamada “oración para todos los días”. | Foto: Diseño Jesús Chacín/El País

Consideración del día 7

Representémonos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo, aún no nacido, al Creador del universo hecho hombre.

Contemplemos la humanidad y la obediencia de este Divino Niño que aunque de raza judía y habiendo amado durante siglos a su pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para El en esa circunstancia algo que le halagase, y quisiese apresurarse a aprovechar la ocasión de hacerse empadronar oficial y auténticamente como súbdito en el momento en el que venía al mundo.

¿No es extraño que la humillación, que causa tan invencible repugnancia a la criatura, parezca ser la única cosa creada que tenga atractivos para el Creador? ¿No nos enseñará la humildad de Jesús a amar esa hermosa virtud?.

¡Ah...!Que llegue el momento en que aparezca el deseado de las naciones, porque todo clama por este feliz acontecimiento, El mundo, sumido en la oscuridad y el malestar buscando y no encontrando el alivio de sus males, suspira por su Libertador.

El anhelo de José, la expectativa de María, son cosa que no puede expresar el lenguaje humano. El Padre Eterno se halla, si es lícito emplear esta expresión adorablemente impaciente por dar a su Hijo único al mundo, y verle ocupar su puesto entre las criaturas visibles.

El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a la luz del día esta santa humanidad tan bella que El mismo ha formado con tan especial y divino esmero, En cuando al Divino Niño, objeto de tantos anhelos, recordemos que hacia nosotros avanza lo mimo que hacia Belén, Apresuremos con nuestro deseo el momento de su llegada.

Purifiquemos nuestras almas para que sean su mística morada, y nuestros corazones para que sean su Manis terrenal; que nuestros actos de mortificación desprendimiento “preparen los caminos del Señor y hagan rectos sus senderos”.

Oraciones finales

Oración a la Santísima Virgen María

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad mereciste que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hicieren esta novena para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. Amén.

(Se reza el Ave María tres veces).

La oración a la Santísima Virgen María | Foto: Diseño Jesús Chacín/El País

Oración a San José

¡Oh, Santísimo José! Esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Amén.

(Se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria).

Oración al Niño JesúsAcuérdate, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijiste que todo lo que se pidiera por los méritos de tu infancia sería concedido. Confiados en tu promesa, acudimos a ti con humildad y esperanza. Amén.

Gozos

¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano,que a infantil alcance te rebajas sacro!¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnosla prudencia que hace verdaderos sabios!

(Se continúan los gozos tradicionales hasta concluir con el canto final: “Ven, Salvador nuestro, ven no tardes tanto”).

La Novena de Navidad continúa este lunes con el día 7, reafirmando su lugar como una de las tradiciones religiosas más arraigadas en Colombia, en la que la fe, la música y la oración siguen uniendo a las familias en la recta final hacia la Navidad.