Como cada año, la llegada de la temporada decembrina trae consigo maratones de películas infaltables para compartir en familia, entre el listado, la franquicia de ‘Mi pobre angelito’ continúa siendo uno de los clásicos infaltables, tras 30 años de su estreno.

Protagonizada por un pequeño Macaulay Culkin, quien interpretó al travieso Kevin McCallister, la película dejó en la memoria colectiva una casa que se convirtió en símbolo de la Navidad para millones de espectadores. Sin embargo, esa vivienda ya no luce como muchos la recuerdan.

Mi Pobre Angelito, famosa película de Navidad | Foto: Mi Pobre Angelito - Disney Plus

La casa, ubicada en el 671 de Lincoln Avenue, en Winnetka, Illinois, Estados Unidos, siempre fue una residencia privada, aunque alcanzó fama mundial gracias a las escenas en las que el protagonista defendía su hogar de dos torpes ladrones.

Es común que a la hora de grabar una película se acondicionen sets para rodar películas, sin embargo, para el rodaje de ‘Mi Pobre Angelito’ varias secuencias se grabaron en la propiedad real, incluyendo la escalera principal, áreas del primer piso, el sótano y el ático.

No obstante, gran parte de los espacios interiores que aparecen en la cinta fueron recreados en un gimnasio escolar adaptado como set de grabación, lo que permitió al equipo modificar escenarios sin intervenir por completo la vivienda original, habitada en ese entonces por la familia Abendshien.

Renovación millonaria transforma la icónica casa de ‘Mi pobre angelito’. | Foto: Instagram @architectanddesign

Con el paso de los años, la casa cambió de propietarios. En 2012 fue vendida por cerca de 1,58 millones de dólares, y en 2024 volvió al mercado por más de 5,5 millones, una cifra impulsada por una remodelación profunda que transformó por completo su apariencia.

Imágenes compartidas en redes sociales, como una comparativa publicada por la cuenta @architectanddesign, evidencian el cambio radical: el estilo cálido y tradicional dio paso a un diseño minimalista, con tonos neutros y líneas modernas, lo que para muchos fans significó la pérdida de la esencia que asociaban con la película.

La renovación de la residencia trajo consigo un cine privado, cancha cubierta, cocina profesional, gimnasio, amplias zonas de recreación y garaje para tres vehículos, según afirmó Architectural Digest.

Pese a todos los cambios que tuvo esta vivienda, hay algo que mantiene casi intacto y es la icónica escalera principal, convertida en el principal punto de nostalgia para los seguidores del filme.

Es tanta la acogida que tiene este film que aunque la vivienda no está abierta al público, cada diciembre decenas de fanáticos continúan visitando el lugar para tomarse fotografías desde el exterior.