Una nueva tecnología de criopreservación de óvulos y de tejido ovárico les brinda la esperanza de tener hijos una vez hayan concluido sus tratamientos y superado la enfermedad.

Someterse a intensas quimioterapias destruía el sueño de muchas mujeres y niñas de ser madres en un futuro. Ahora no. Para quienes se ven afectadas por el cáncer, una nueva tecnología de criopreservación de óvulos y de tejido ovárico les brinda la esperanza de tener hijos una vez hayan concluido sus tratamientos y superado la enfermedad.Las agresivas quimioterapias cumplen la función de destruir las células cancerígenas. Sin embargo, durante los procedimientos las células normales se ven seriamente afectadas, entre ellas los óvulos. Al tener un número limitado de células sexuales que no se reproducen, su exterminio puede generar infertilidad o, en su defecto, adelantar la menopausia.El pasado 8 de mayo se lanzó en Medellín la nueva tecnología proveniente de Japón, Vitrificación Cryotech, que les da posibilidad a las mujeres de criopreservar sus óvulos o su tejido ovárico con un 100 % de sobrevida.La ginecóloga especialista en fertilidad del Instituto de Reproducción Humana de la capital antioqueña, Inser, Natalia Posada, cuenta que desde 2006 en Latinoamérica se vienen criopreservando óvulos que no superaban el 8 % de sobrevida. “Con este nuevo sistema los óvulos y el tejido ovárico pueden sobrevivir en su totalidad”, dice Posada.Pero, ¿cuál es la diferencia entre la vitrificación de óvulos y la de tejido ovárico?La primera consiste en que solo las mujeres que se encuentran en edad fértil (en promedio de 15 a 37 años) pueden almacenar miles de óvulos en un sistema que los congela en cuestión de segundos a una temperatura de -196 grados, sin formación de capas de hielo y conservando su vida en su totalidad. Anteriormente el proceso de congelación de óvulos era muy lento, por lo que muchos morían y solo se salvaban entre 10 y 20 de ellos.En cuanto a la vitrificación del tejido ovárico, este, luego de estar congelado por tiempo prolongado con el mismo sistema, podrá trasplantarse a la mujer ya recuperada y tendrá la capacidad de seguir produciendo óvulos durante años.La gran ventaja de este último procedimiento es que además de aplicarse a mujeres adultas podrá efectuarse en niñas, aunque sus células sexuales todavía estén inmaduras. Así podrán embarazarse naturalmente o mediante la fecundación in vitro cuando lo deseen.La doctora Posada dice que “en la angustia de las mujeres y de los médicos por salvar la vida no proyectan que su probabilidad de curación puede ser de un 60 % o 70 % y por no saber que estas tecnologías están disponibles, muchas niñas de 10 o 12 años que se curan, llegan a la menopausia a los 20 años y no cumplen su deseo de tener hijos”.