Por Óscar Jaime Cardozo Estrada, Museo Planeta Salsa

Seguramente el bailador desprevenido, que goza del elixir melódico que le prodiga una canción en una pista de baile, no se detiene a indagar sobre el origen de esa melodía que lo lleva al éxtasis rumbero.

Este género bailable y popular, del que Santiago de Cali se apropió y que conocemos como salsa, ha marcado en esta villa de Sebastián de Belalcázar todo un hito, desde que las composiciones que trajeron Richie Ray y Bobby Cruz para la XI Feria de Cali, en 1968, fueron un éxito en la caseta Panamericana, e impactaron en la juventud que venía de vivir movimientos como el rock, la nueva ola y formatos de sextetos y septetos, como los Bobby Soxers, los Teen Agers y The Golden Boys.

Vamos a tratar, en esta y otras entregas, de probar y sustentar la teoría que indica que la salsa es la evolución de la música cubana. La salsa es el mismo son cubano disfrazado con propósitos comerciales, dicen los músicos cubanos. De hecho, la gran Celia Cruz, que el 16 de julio cumplió 20 años de fallecimiento, dijo en muchas ocasiones: la salsa no es otra cosa que la música cubana a la que le adicionan arreglos comerciales.

La Calle de la Salsa se ha convertido en una de las grandes atracciones del centro caleño. | Foto: El País

Desde el inicio mismo de la vida, el hombre ha tenido a la música como su aliada, acompañante y confidente. En ella ha vaciado historias de amor y dolor, de esperanza y desesperanza. La música ha retratado la historia de la humanidad.

Incluso, antes del siglo VII se tienen noticias de una música influenciada por el poder religioso y político. Se percibe palpablemente en las músicas que producían los egipcios y los árabes. En el año 851 Zyrad El Merlo, músico y compositor, creaba el primer conservatorio de músicos en la ciudad andaluza de Córdoba. La música va tomando su lugar. Los hispano visigodos o mozárabes, escriben grandes obras entre los siglos X y XI. En el siglo XI aparecen los primeros compositores de la música clásica. En el siglo XII nace la música profana de troveros y trovadores, llamado también movimiento trovadoresco.

En Cali, la salsa es una cultura desde la infancia. Valentina Castillo y Danna Sarasti, bailarinas de salsa. | Foto: Secretaría de Cultura

En África, mientras tanto, la música se basaba en el toque del tambor de madera y de cuero templado. A partir del viaje a Indias que hace Cristóbal Colón se abre un mercado para una infame mercancía, la de los esclavos. Pero estos negros no solo aportaron su fuerza física y sumisión, sino también todo su ancestro nostálgico y musical. La invasión de mercaderes de esclavos trajo consigo la fusión de varias culturas, en la de la tierra descubierta y conquistada. La de África y la de los españoles que traían toda la influencia de romanos, visigodos y musulmanes.

Los españoles tomaron posesión de las tierras de América, muchos nobles se vinieron a vivir aquí, dando cabida a toda una horda de esclavos, sobreviviendo en infamia, humillación y sumisión. Este fenómeno tenía que explosionar al llegar a límites de opresión insostenibles. En 1771 se da una gran emancipación de esclavos en Haití y Santo Domingo, liderada por François Dominique Toyssaint L´Ouverture, entonces miles de esclavos huyen en busca de la justa y anhelada libertad. Unos llegan a New Orleans y otros a Cuba, sobre todo a la región Oriental.

François Dominique Toussaint Louverture  creador de un gran movimiento para acabar con la esclavitud en Haití, modelo que se implementó poco a poco en el mundo entero. | Foto: Especiales para El País

Los primeros se convierten en la piedra angular de la creación del jazz, de lo cual les hablaré en una próxima oportunidad. Los segundos llegan a Cuba, a la región oriental, agrupándose en Santiago, ocasionando consigo la llegada de nuevas costumbres. Ya ubicados y en las horas de nostalgia, se reunían en torno a bailar la música que habían traído.

Paralelo a ello, en Cuba, los inmigrantes franceses empezaron a enseñar a los nativos el baile que traían, una danza de origen inglés, la Country-dance que luego llamarían la contradanza afrofrancesa para después terminar llamándola contradanza afrocubana.

Ya por allá a principios de 1.800 la contradanza desplazó su ritmo a occidente, llegando con fuerza e ímpetu a La Habana. Causó tremendo escándalo, a tal punto que el periódico de la época, Aviso De La Habana comentó: De las invenciones indecentes de la diabólica Francia, nos llega el vals y la contradanza.

Vamos a hacer un recorrido por los ritmos que van surgiendo, sobre los cuales intentaremos descubrir el hilo conductor, el cual, como en eslabones, irá consolidando el camino de la llegada a la salsa moderna.

La Contradanza

A mediados del siglo XIX aparece el pianista Manuel Saumell Robredo. Se le conoce como el pionero de la contradanza habiendo creado más de 60 piezas de este ritmo que empezaba a entrelazar las costumbres de la aristocracia con las costumbres populares. Su primera Contradanza, La Tedezco, fue una composición que causó un gran furor en la sociedad que asistía a los incipientes salones de baile, pero sobre todo en las fiestas de la alta sociedad de la mayor de Las Antillas.

El Danzón

Después de la primera mitad del siglo XIX otro músico, Miguel Faílde, salta a la escena musical cubana. El 1º de enero de 1879, en una presentación en el Liceo de Matanzas, interpreta una melodía llamada Las Alturas De Simpson o A Las Alturas Del Simpson, considerado como el primer danzón, el que por supuesto, causó gran revuelo, porque enriqueció la oferta de melodía dedicada al baile.

El músico matancero Miguel Ramón Demetrio Faílde y Pérez, considerado el creador del danzón. | Foto: Especiales para El País

Escuchando un danzón y una contradanza, no se nota mucho la diferencia. Alejo Carpentier, novelista y musicólogo suizo, aunque residenciado con su familia desde muy niño en Cuba, plantea que la diferencia entre el uno y el otro es la forma de bailarlo: La contradanza se baila en grupos de parejas sueltas, el danzón se baila cogido con la pareja.

La Habanera

En la segunda mitad del siglo XIX en Cuba, estaba de moda una Habanera compuesta por el español Sebastián Iradier o Yradier como algunos lo escriben. Sin proponérselo la composición de la célebre Habanera La Paloma se constituyó en la ventana de salida de la música cubana a Europa y al resto de América. El hecho de haber sido compuesta por un español que visitaba la isla, motivó que a su regreso a España alcanzara un sin igual posicionamiento en el viejo continente.

La Guaracha

Aquella manera de cantar diciendo versos breves de humor recogido, que algunos tomaban solo dirigido al bufo cubano, se acercaba a convertirse en un ritmo bailable representativo de la Cuba preparándose para la llegada del siglo XX.

El Bolero

Tenido como el hijo legítimo de la danza habanera y de la canción lírica italiana, nace en 1896, partiendo de la cadencia de una habanera. Aparece entonces, el primer bolero creado en América, una canción compuesta por el trovador José Pepe Sánchez, Tristeza, que posteriormente se le conocería como Tristezas o Me Entristeces, Mujer. Como dato adicional, en Colombia aparece el primer bolero, composición del periodista y coleccionista de música, Jorge Añez, al que tituló Te Amo, que se grabara para el sello Durium, el 5 de abril de 1932, del mismo Jorge Añez cantando a dúo con el mexicano Tito Guizar.

José Viviano Sánchez Hechavarría, creador del primer bolero americano. | Foto: Especiales para El País

Las expresiones del pueblo cubano se seguían manifestando y cada región investigaba y hacía lo suyo para ponerle su impronta. Aparece entonces La Rumba Columbia como ritmo de origen campesino.

Los esclavos africanos fueron destinados por el esclavista español fundamentalmente al trabajo forzado en las zonas rurales, suficiente argumento para llegar a afirmar que estas primeras manifestaciones de tipo musical y danzaria, se originaron desde el núcleo de las familias africanas, las mismas que habían sido raptadas y traídas a América, por lo que la Rumba Columbia es gestada y nacida en las zonas agrícolas y campesinas de la isla.

Luego esta cultura musical y su tendencia dancística se trasladaría a los caseríos y pequeños pueblos, e iría creciendo de manera proporcional al desarrollo que los pueblos iban ganando.

El Guaguancó

Nació en occidente, donde lo cantaban y bailaban en los barrios negros, principalmente en La Habana. Mientras tanto el Son nace como un ritmo interpretado para ocasionar expresiones bailables. Es ejecutado por un tres, instrumento llamado así por solo tener tres pares de cuerdas, por la guitarra, los bongós, las maracas, las claves y la marímbula, un instrumento que hace las veces de bajo. Desde siempre ha sido un ritmo de gran popularidad en el oriente cubano, donde lo siguen cantando y bailando. Aquí se presenta una coyuntura bien especial y clave en la proliferación geográfica del Son Cubano, pues se impuso en oriente donde por ser un ritmo popular, lo bailaban también los soldados del ejército libertador.

La salsa, con su baile y su alegría, es uno de los principales atractivos que ven los turistas extranjeros en Cali y el Valle. La mayor parte de ellos viene de EE.UU. (27,5%).

Por temas de la distancia geográfica, en oriente no se sabía de la existencia del Guaguancó y en occidente no se sabía que el Son existía. De esta manera y la música fluyendo de manera natural, posicionado en oriente el Son y en occidente el Guaguancó, se dicta una medida gubernamental que ordenaba la movilización y reubicación de las tropas militares por todo el país. Cuando los soldados de oriente llegaron a occidente, llevaron consigo el Son y viceversa, cuando los soldados de occidente llegaron a oriente, llevaron consigo el Guaguancó.

Con el arribo del Son a La Habana, llegó uno de los pioneros y más reconocidos tríos ejecutantes del Son: El Trío Matamoros, aunque no podemos decir que fueron los primeros en interpretarlo, pues ya se tenían noticias de sones mucho más antiguos, del siglo XVI, como el Son de la Má Teodora, del año 1562, interpretado por las dominicanas hermanas, Teodora y Micaela Ginés.

Manuel Saumell, pianista habanero compositor de contradanzas. | Foto: Especiales para El País

Hoy hemos hecho un recorrido por los inicios de la música popular bailable en Latinoamérica, la cual, según diferentes teorías, indica que la base armónica, melódica y lírica, tuvo su génesis en Cuba, que desencadenaría a finales de los años 60 del siglo pasado, en lo que hoy conocemos como Salsa. Importante aclarar que cada país ha tenido desde épocas ancestrales, su propio estilo y música para el baile, sin contar la gran ascendencia que, para muchos músicos en la época salsera, ha tenido la música clásica.

De hecho y por solo nombrar a uno, Richie Ray desde siempre ha manifestado la gran influencia que recibió y sigue recibiendo de Johann Sebastian Bach, componiendo para él temas como Sebastián Fuga y Mi Amigo Sebastián, entre otros. Nuestra propuesta aquí es tratar de unir todas estas teorías y consolidarlas en una sola, en la que la sumatoria de ritmos, arreglos, composiciones y autorías, más la mezcla idiosincrática de músicos de diferentes países de Latinoamérica radicados en la gran manzana, conjugan sus estilos y formas, para lograr un sonido al que se llamaría salsa.

En una próxima entrega continuaremos este camino trazado hasta llegar a la salsa moderna.