Últimamente, Colombia ha sido objeto de comentarios por parte de varios influenciadores del continente que han destacado sus bondades en cuanto a productos, pero también la cultura cálida y acogedora de sus gentes.
Una de ellas ha sido precisamente una joven de nombre Alejandra, oriunda de Chile, y quien desde hace algún tiempo reside en la ciudad de Bogotá.
Paradógicamente, aunque los bogotanos nunca se han caracterizado por su trato amable con los foráneos o venidos de otras regiones del país, la creadora de contenidos destaca totalmente lo contrario.
En el vídeo que se ha vuelto viral en redes, Alejandra dice las cosas que como chilena viviendo en Bogotá “me han costado”.
Cualquier pensaría con esa primera frase que se trataría de alguna experiencia desagradable, pero no, ella sostiene que ha sido “el exceso de amabilidad” y “lo acogedores que son”.
Dice que “es tanto” que te hacen “sentir muy bien”.
Sin embargo, subrayó que es tanto también que hasta “te empiezan a hacer sentir culpable”.
Lo anterior por una vivencia que tuvo días atrás en una tienda de muebles, donde compró un montón de cosas y quedó sorprendida con el trato que recibió por parte de los vendedores del lugar, cosa que confesó, no se ve en su país de origen.
Entre los artículos que compró estaba un mueble y uno de los dependientes de le dijo “oye, te podemos llevar las compras a tu casa”, luego que ella les dijera que vivía cerca.
“Ay, qué rico, tienen delivery”, le dijo ella, entusiasmada con la sugerencia y así evitarse el trasteo del pesado mueble, pero quedó aún más sorprendida cuando le respondió, “No”, me dijo, “uno de los chicos se ofrece y te las lleva a tu casa”.
“Imagínate un pobre cabro cargando muebles al lado mío lleno de bolsas y yo caminando como la reina Isabel” y entonces imita con una almohada sobre su casa la forma en que el joven portaría el mueble y los otros artículos.
Alejandra se cubre la boca sonriendo al quedar perpleja ante tanta amabilidad.
Según explicó, esto la tomó por sorpresa porque los “chilenos somos más fríos, ningún chileno que trabaje para una empresa que no te ofrezca el delivery en la caja, va a dejar sus labores por llevarte las cosas a tu casa por mucho que tú le des propina”.
Luego de lo cual agrega, “un chileno te diría que se pida un taxi”, Alejandra sonríe mientras reitera que el chico le decía “cómo te vas a llevar todo eso tú” y "yo le dije que no a la persona, pero me vine todo el rato cargando el mueble así, (nuevamente se pone la almohada en la cabeza para ilustrar cómo lo hizo) o qué increíble”, exclama.
Finalmente, vuelve y repite sin poder dar crédito a lo sucedido: “Se pasaron, los colombianos son súper amables”.