El nuevo Mincomercio, Santiago Rojas, dice que lo clave ahora es aprovechar los acuerdos vigentes y sacar de su crisis a la industria colombiana.

Colombia le apostó de lleno a los Tratados de Libre Comercio, TLC, y por eso tiene una docena de ellos firmados y otros en ejecución, todo ello en el marco de una industria que sufre estancamiento y problemas de competitividad para competir y exportar.Frente a esta coyuntura, dice el nuevo ministro de Comercio, Industria y Turismo, Santiago Rojas Arroyo, que en lo que falta del actual Gobierno no se buscará negociar nuevos acuerdos, aunque la política comercial no tendrá un reversazo como lo han pedido algunos sectores.¿Cuál será su primera tarea al frente del Ministerio?La primera tarea será un aumento de la productividad con el apoyo de líneas de crédito como las de Bancoldex, y de innovación empresarial a través de INNpulsa. La segunda es fortalecer las cadenas productivas regionales o ‘clusters’, conectando entre sí a muchas empresas, incluyendo aquellas que buscan entrar a la economía formal. El tercer desafío que me he propuesto es la competitividad y para ello será clave reducir los costos de las tarifas de energía, mejorar la infraestructura vial y poner a competir al empresario local en condiciones justas con los productores extranjeros. ¿A pesar de lo que usted anuncia, no le parece que la política industrial merece un giro más profundo, pues ese sector se estancó?Allí debe haber unas medidas de fondo a mediano y largo plazos, además todo el tema de la productividad empresarial y el impulso, que ya mencioné, de las cadenas productivas. Eso permitirá que el país avance significativamente hacia mayores escalas de desarrollo industrial. Habrá, asimismo, más medidas coyunturales para apoyar a la industria porque nos preocupa mucho la caída del sector en los primeros ocho meses del año. A raíz de eso se redujo la retención en la fuente de 3,5% al 2,5% para que las empresas tengan un mayor flujo de caja. ¿Es factible, mientras se recuperan algunos sectores industriales, hacer una pausa en la firma de tratados de libre comercio?Es importante destacar que la política comercial de Colombia continúa y que no habrá un reversazo de la misma. Eso significa que hay acuerdos negociados y a los cuales se les está buscando su aprovechamiento, y otros que están a estudio del Congreso de la República como en el caso del TLC con Japón y que seguiremos con ahínco en su impulso. Sin embargo, puedo decir que el foco fundamental es el aprovechamiento de esos TLC dentro de una política industrial moderna.¿Pero vale la pena seguir negociando tratados?Las políticas que he mencionado significan que por este momento el Gobierno no tiene previsto iniciar nuevas negociaciones de acuerdos comerciales con otros países. Las negociaciones desarrolladas en los últimos 20 años y con los trece acuerdos vigentes y en curso están llegando a una fase en la cual hay que culminar lo que está, antes que iniciar negociaciones nuevas por ahora. Eso significa, sin embargo, que no va a interrumpir la política comercial, pero en los próximos diez meses que faltan de este Gobierno, no se van a empezar más negociaciones. Estamos enfocados en el aprovechamiento de los TLC actuales.¿Las empresas nacionales están aprovechando los TLC?Hay numerosas empresas que ya los están aprovechando, y se nos olvida que no solo son los TLC con Estados Unidos o la Unión Europea, los cuales acaban de entrar en vigencia, sino que hay otros acuerdos como el de la Comunidad Andina que se negoció hace 20 años, y al cual Colombia le ha sacado ‘jugo’ enorme, tanto que nos hizo mucho daño el retiro de Venezuela de la CAN. Sin embargo, hay que trabajar mucho por el aprovechamiento real de esos acuerdos. Esa fue la instrucción precisa que me dio el presidente Santos con los acuerdos ya negociados. ¿Por qué apenas el 20 % de Pymes aún no ha incursionado en otros mercados al amparo de los 13 TLC que tiene Colombia?Hay varios factores para este análisis. Hemos dicho que tenemos una economía muy abierta, pero lo que demuestran los estudios, es que no lo somos. Ni en materia de exportaciones, ni en importaciones. Cuando uno mira el tema exportador lo que existe es un reducido número de personas que lo hacen. Tanto que las exportaciones per cápita en Colombia son inferiores al promedio mundial, y en igual forma se comportan las importaciones de todo tipo de bienes. Por eso allí hay un gran espacio para alentar el tema del comercio como futuro motor de desarrollo. A pesar de ello, estamos exportando una cifra de US$60.000 millones al año.¿Cuándo se convertirá Buenaventura en una verdadera ciudad-puerto?El tema de la conectividad es fundamental. El puerto es clave dentro de la Alianza del Pacífico, y sobre todo para aprovechar los mercados asiáticos. En el tema de seguridad se ha venido trabajando, pero se requiere un ‘revolcón’ por parte de la Aduana. Serán temas a analizar en su momento para fortalecer a Buenaventura.