Juan Carlos Rodríguez, presidente de Colfecar, habla sobre la actual crisis del sector de transporte de carga. Dice que atraviesan uno de los peores momentos.

El presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), Juan Carlos Rodríguez, manifestó que el sector atraviesa por una de sus peores crisis, debido a la coyuntura económica y a la falta de políticas por parte del Gobierno en procura de un mejor bienestar para todos los camioneros.

Pero el directivo aseguró que en Colfecar todavía creen en la concertación con el Gobierno Nacional, razón por la cual no han acompañado los paros del sector, a pesar de que están de acuerdo en que el valor de los fletes, la chatarrización y los costos de los peajes y los combustibles son los temas que más están afectando a los camioneros.

¿Cuál es el panorama del sector del transporte de carga?

Lo definiría como un panorama crítico, en la medida que estamos atravesando una coyuntura económica muy difícil, que quizá es particular en la historia del transporte, porque hemos tenido altibajos muy grandes en algunas épocas, pero aquí han confluido varios factores.

¿Cuáles son esos factores de esta crisis?

El primero es la balanza comercial, que no ha sido favorable y eso nos ha traído una disminución de la movilización de la mercancía. Otro tema importante es el de la oferta y la demanda, aquí se han ido creando empresas de una manera muy desordenada, casi tenemos más de 3000 habilitaciones por parte del Ministerio de Transporte y realmente reportando hay unas 1500, eso quiere decir que hay más de 1500 que no se sabe si están prestando el servicio o están especulando en la actividad, sin garantías de que cumplan las  mismas reglas.

El sector también se ha venido quejando por los precios de los fletes. ¿Qué ha pasado con este tema?

Este es el tercer ingrediente. En 2011 se estableció un esquema de libertad vigilada, pero no existe la herramienta que permita la vigilancia de las tarifas y, mucho menos, de los costos operativos, que se han venido incrementado, incluso hemos determinado que este supera los 3,63 % en lo que va corrido del año. 

A esto se suma el tema de los vehículos. También están sobre ofertados en reglones de la economía, como, por ejemplo, en el sector petrolero y eso afecta mucho, en la medida en que se ha podido estimar que más de 4000 vehículos están cesantes, solo en ese solo renglón, por el desplazamiento que han hecho los oleoductos.  Como el número de viajes ha disminuido, pues el número de vehículos también y a eso súmeles las malas prácticas comerciales, que están llevando a facturación seis meses después de haberse prestado el servicio.

¿Por qué Colfecar no acompaña al paro camionero?

Sufrimos la misma  problemática porque somos un solo sector, pero algunos escogen el camino de las vías de hecho, y respetamos su punto de vista, mientras que nosotros todavía creemos en la concertación como mecanismo para solucionar los problemas, aunque a veces nos descorazonamos, porque vemos que el sector solo es visible cuando se plantea un paro.

 Si todos los años se plantean las mismas problemáticas y se llega a acuerdos, ¿por qué la crisis del sector sigue creciendo?

Ahí se prueba la hipótesis nuestra de que realmente los paros no son la solución, con el respeto que ese tipo de iniciativas tiene. Pero ahí es donde uno ve que  la solución no es un acto administrativo, no es una resolución o un decreto que expida el Gobierno. La solución es que el Gobierno por lo menos se comprometiera en cosas sencillas como corregir los pagos a seis meses, que siente a los generadores de la carga y a las empresas de transporte a que dialoguen en torno a unas prácticas comerciales sanas, que no afecten a ninguna de las partes, eso sería algo benéfico.

¿Qué propuestas  han hecho para superar esos problemas?

Lo primero es que el esquema de libertad vigilada tiene que operar sobre la base cierta de unos costos mínimos de referencia.  Mientras no exista esa herramienta, difícilmente podemos hablar de una libertad. En segundo lugar tenemos que aplicarnos a una política de reposición o de modernización del parque automotor, porque es necesario darle ese respiro al sector a través de una política pública. El tema de la chatarrización tiene cuatro elementos: primero, la determinación de cuántos equipos hay en Colombia;  segundo, el financiero, de cómo se van a captar recursos en un programa de reposición. El tercer componente es la creación de un esquema de transición, y el cuarto es el tema del ahorro programado, pero voluntario.

Sobre el paro ”A nadie le  conviene un cese de actividades. La carga ha disminuido, de hecho lo que están buscando es que haya garantías para prestar el servicio, porque a nadie se le ocurre hoy cesar la actividad”. ”Cualquier  medida  afecta la cadena de suministro de transporte, por lo tanto debe ser consultada con los que están en paro y los que no”.