Francisco Reyes, superintendente de Sociedades, dijo que la mayoría de las compañías que entran en procesos de reorganización logran salir exitosamente. Un 40 % no lo logra.

En promedio, cada año, 250 compañías del país entran en proceso de reorganización para intentar superar sus problemas financieros y  el 60 % logra salir adelante, según cuenta  Francisco Reyes, superintendente de Sociedades. Lea también: Renunció el presidente de Conalvías, Andrés Jaramillo. La empresa caleña Conalvías, es una de las que recientemente se acogió a la ley de  insolvencia (Ley 1116) y según el fucionario este es uno de los casos que más preocupa. ¿A cuántas empresas ha cobijado la Ley 1116 ó ley de insolvencia?  Tenemos un número creciente de procesos. La ley comienza con muy pocos en 2006, pero diría que el promedio en los últimos años ha estado en cerca de 250 procesos. En la actualidad hemos visto un decaimiento de los trámites, porque el año pasado hubo 210, y en este año apenas hemos tenido 161.   ¿Cuántas han logrado salvarse? Tenemos estadísticas que muestran que la mayoría de las compañías que entran en procesos de reorganización logran salir exitosamente y hacer un acuerdo con sus acreedores. La cifra está cercana a 60 %. Más o menos 40 % de las sociedades no logra salir exitosamente de este trámite y terminan iniciando un proceso de liquidación judicial. El llamado a los empresarios que están en crisis es que acudan a él. Hemos empezado a reducir los costos del trámite.  Por ejemplo, en las compañías grandes no estamos nombrando auxiliares de la justicia que implican un costo muy grande, de manera que sea mucho más barato el acceso. ¿Qué tan fácil es que una empresa pueda reorganizarse?  Todo depende de cuál sea la situación del pasivo y cuál sea su posibilidad de flujos de caja. Normalmente, quien entra a reorganización es porque considera que puede salir adelante.  A veces hay situaciones en las que la gente utiliza el mecanismo para llegar al trámite liquidatorio, pero quien entra a un proceso de insolvencia es porque tiene un plan de negocios, un plan que le permitirá salir exitosamente del proceso y poder renegociar con los acreedores sus deudas y tener plazos de gracia. ¿Ustedes asesoran a la empresa en el plan de pagos o solo verifican su cumplimiento? Es un procedimiento privado en el que el deudor negocia directamente con sus acreedores. A veces lo hace con un promotor, que es un auxiliar de justicia designado por la Superintendencia o a veces lo hace el propio representante legal. Nosotros estamos prestos a dar algún consejo, pero no concretamente en aspectos tan privados. ¿La negociación se hace uno a uno, o cómo debe funcionar? Esto depende del caso. Hay compañías que tienen pocos acreedores grandes, entonces tienen la posibilidad de hacer negociaciones individuales.  Otros tienen un gran número de proveedores y prefieren hacer grupos generales. Eso nos lleva a una propuesta normativa que queremos formular en 2016, para reformar la ley 1116  y restablecer un órgano como es el Comité de Acreedores,  porque con él se podrían hacer más viables los procesos de negociación.