El costo de vida en Cali en 2025 ha dejado buenas y malas noticias. La inflación general (que incluye todos los bienes y servicios de la canasta familiar) cerró en julio en 4,56 %, menos que el promedio nacional (4,90 %).
Sin embargo, hay algo que preocupa y es la tendencia al alza en el costo de los alimentos, que es uno de los rubros que se analizan en la inflación y que tiene un peso importante.
De acuerdo con el más reciente informe del Dane, los alimentos en Cali variaron de precio 1,16 % en julio y 6,60 % en el periodo enero-julio frente a igual lapso del 2024. Ambas cifras están por encima del promedio nacional.
¿Qué es lo que más está impactando el bolsillo de los caleños? Datos del observatorio ciudadano, Cali Cómo Vamos, muestran que dentro del grupo de gasto de alimentos y bebidas no alcohólicas, los productos que más alzas presentaron, en el último año a julio, fueron la yuca (57 %), el café y productos a base de café (54,4 %), el tomate (54,2 %), la zanahoria (51,6 %), gelatinas, flanes y pudines en polvo para preparar (47,4 %).
Estos víveres, advirtió la organización, tuvieron la mayor variación de precios no solo en la división de alimentos, sino dentro de las 188 subclases que componen la canasta de productos y servicios a las que le hace seguimiento el Dane en la ciudad, además de ser las únicas en superar variaciones del 45 %.
Harold Londoño, gerente de Analítica y Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Cali, añadió que solo en julio los mayores aportes a la inflación en la ciudad provinieron de incrementos significativos en el costo del tomate de árbol (26 %), la zanahoria (25 %) y la cebolla (17 %).
“Esto refleja tanto condiciones estacionales como posibles tensiones en la oferta agrícola, asociadas a factores climáticos y a variaciones en los costos de transporte”, explicó el analista.
Al excluir los alimentos, la inflación mensual de Cali se ubicó por debajo del promedio nacional, lo que sugiere, según Londoño, que las presiones in flacionarias recientes han sido principalmente de carácter transitorio, y concentradas en bienes volátiles.
Sin embargo, destacó que, en siete de los trece grupos de gasto que mide el Dane, la ciudad registró variaciones superiores a las nacionales, lo que indica un incremento del costo de vida en varios rubros de consumo básico y servicios.
“En lo corrido del año hasta julio, la inflación acumulada de Cali permanece por debajo del promedio nacional, lo que podría contribuir a preservar el poder adquisitivo de los hogares locales en el mediano plazo”, dijo Londoño.
Malabares en los precios
Lo cierto es que cada día los caleños deben recurrir a diferentes estrategias para hacer rendir el dinero y poder adquirir productos básicos de la canasta familiar como verduras, legumbres, frutas, carnes, y huevos, etcétera.
Ahora los ciudadanos, sin importar el estrato, no se fijan en las marcas solamente, sino que al sumar les alcance para llevar todo lo que necesitan.
Doña Adilia González, una ama de casa en Cali, prefiere las plazas de mercado como El Porvenir o Santa Elena para hacer sus compras .
Según dice, lo que sigue costoso es la carne y también el pollo, por eso, a veces compra alas para alivianar un poco los costos en el mercado.
Sostiene que mientras la papa parda y la piña han bajado de precio, el tomate, el limón y la papa amarilla “están muy caros”.
Por eso, junto con la nieta y la hija vienen a la galería y compran entre las tres lo que necesitan para la semana, así les sale más económico.
“Solamente en el revuelto se van como $150.000 fuera de la carne y el pollito. Cuando la carne está muy cara la reemplazamos con pollo o alas. A veces ellas van a Santa Elena porque allá también se consiguen precios económicos”, expresó la mujer.
Durante el recorrido por la plaza El Porvenir, María Rodríguez, vendedora del lugar, se queja de la poca afluencia de compradores.
“La gente ya no compra todo en un solo lugar, ellos se rebuscan como se dice. Vienen acá pero también van a supermercados, a los fruver del barrio o a otra galería, comparan precios, es lógico porque el salario nos les alcanza para mercar como lo hacían antes”, indicó.
Dijo también que en este momento lo que está más caro son, la zanahoria, el zapallo, la arveja, el fríjol, el aguacate, y también la yuca y el tomate.
“Un bulto de zanahoria lo comprábamos entre $70.000 y $90.000, ahora estamos pagando $190.000, más del doble, y el tomate ya lleva más de tres meses caro”, señaló.
Lo anterior, obedece a los altos costos del transporte, pero además, a que no hay gente que cultive en el campo. “A esto se debe el desabastecimiento que hay de la comida”, comenta.
Don Gustavo Escobar, pensionado, explica su propio sistema “personal” para comprar frutas y verduras y otros productos de la canasta.
“Yo lo que hago es buscar las mejores opciones que haya tanto en los centros de abastecimiento como galerías, y en los supermercados; en estos últimos busco los días de promoción y consigo mejores precios que en la galería. Mucha gente mantiene rotando entre supermercados y galerías para ver dónde están los mejores precios y la mejor calidad”, asegura.
Don Néstor Díaz, prefiere comprar la carne en la galería El Porvenir. “En la carne no más me puedo estar ahorrando más de $100.000. Acá consigo de muy buena calidad y a mejor precio. Una libra de punta de anca, para ponerle un ejemplo, me vale $17.000 la libra, mientras en un supermercado cuesta $25.000”.
Pero, aclara, que la verdura la compra en Santa Elena. “Toca caminar porque el ahorro está en la cocina”, dice.
Y en eso tiene razón. Según datos de Raddar, casi el 36 % del gasto de los hogares caleños se van en alimentos, es decir que la tercera parte del dinero de la familia se invierte en comida.
Don Jesús Pulgarín es un expendedor de carne de la ciudad; vende cerdo tanto nacional como importado y dice que esta carne ha bajado de precio, pero reconoce que “la de res ha subido mucho por los problemas de seguridad que encarecen el transporte, además de los bloqueos”.
“Nosotros estábamos comprando ganado en canal a $15.000 el kilo y ahora está a $17.300 el kilo. Es mucho el alza”, manifiesta.
Para él, esta situación afecta al consumidor y a los comerciantes “porque ya no compramos ni vendemos la misma cantidad que antes”.
Posibles causas de las alzas
Desde la Central de Abastecimientos del Valle del Cauca, Cavasa, señalaron que durante el mes de julio, el mercado mayorista presentó un incremento del 9 % en la oferta de alimentos respecto a los dos meses anteriores y un aumento del 12 % en el ingreso de vehículos, con 7259 cargamentos frente a 6490 en el mismo mes de 2024.
Sin embargo, y a pesar de la mejora en el abastecimiento, se registraron alzas importantes en productos clave de la canasta básica, mientras otros mantuvieron precios estables o a la baja.
Las variaciones, según Cavasa, responden a factores coyunturales como el paro arrocero (primera quincena de julio) que generó incertidumbre y presionó el mercado de granos y cereales; bloqueos en la vía Panamericana que retrasaron el transporte desde zonas productoras del sur del país, afectando la oferta y elevando costos logísticos, condiciones climáticas adversas que redujeron la producción de hortalizas y frutas en algunas regiones, pero también a una inflación acumulada en insumos agrícolas y transporte.