Andrés Felipe Colorado Sánchez es, probablemente, el jugador proveniente de Guacarí, Valle del Cauca, con mayor proyección en el fútbol profesional actualmente. Serio, aplicado y polivalente, se le ha visto con el Deportivo Cali desde su llegada en 2019.

Ahora disfruta de un gran nivel y parece ser el eslabón clave en el mediocampo del equipo del técnico uruguayo Alfredo Arias.

Llegó del Cortuluá, en principio en condición de préstamo por un año. Sin embargo, tras el gran nivel mostrado, casi que al unísono, los hinchas pidieron su continuidad, la cual terminó dándose.

Ahora, Colorado, de 21 años, luego de haber pasado la prueba de fuego, gustar en el paladar del hincha verdiblanco, se muestra clave y confiado.
Poco mediático y más bien recatado. Medido en las palabras, pero optimista. Soñador y provisto a alcanzar objetivos. Así se ve al joven guacariceño que busca, en largas zancadas, ser el primer oriundo de este municipio en alzarse campeón con el Deportivo Cali.

Conversación con Andrés Colorado, el volante que se ganó el respaldo del hincha a ‘punta’ de buen juego y sacrificio.

¿Es igual de serio y concentrado a como se le ve en la cancha?

No, depende del momento. Soy muy serio cuando hay que estarlo, pero por lo regular mantengo riéndome y molestando.

¿Cómo salta al profesionalismo?

Inicié en la ‘escuelita’ del pueblo. Luego pasé a Cortuluá, donde estuve en las divisiones menores, hasta que me subieron al equipo profesional. Ya en 2018 se me da la oportunidad de debutar.

A principio de este año parecía que no se quedaba en el Cali...

Sí, sí. Pienso que estuve muy tranquilo esperando que me dijeran lo que se había decidido. Más que todo fue entre los dueños de cada club, que estaban hablando, tratando de llegar a un acuerdo, y que se diera lo mejor. Estuve muy tranquilo todo ese tiempo porque sabía que había hecho las cosas bien y que si no era aquí, era en otro lugar donde podía tener una buena opción. Gracias a Dios se dio esta gran opción de quedarme en el Cali.

¿Sintió el apoyo del hincha?

Muchos hinchas me manifestaban por las redes sociales y en la calle que querían que me quedara, que siguiera. Para mí eso fue algo muy lindo. Saber que las personas reconocen el trabajo, pienso que es lo mejor.

Ahora tiene un rol protagónico en el equipo, ¿siente presión?

Todo el tiempo uno tiene que tener como esa presión, esa motivación extra de saber que las personas esperan mucho más de uno. Y uno con el afán de no defraudarlos, saca todo su potencial.

La llegada, quizás, fue un poco dura al principio por la ciudad, por muchos cambios. Pero los compañeros desde que llegué me ayudaron a adaptarme, me dieron su apoyo y estuvieron siempre ahí para que yo diera todo. Pienso que eso ayudó a que todo se diera de la mejor manera.

Con Arias se le ve más cómodo...

Son dos esquemas muy diferentes. Con el ‘profe’ Lucas (Pusineri) era un poco más vertical. Ahora, el ‘profe’ Arias trata de que queramos más la pelota: que toquemos, que nos juntemos, que juguemos. Pienso que nos gusta tener el balón, y los futbolistas nos sentimos más cómodos así.

¿Qué le pide Arias?

Nos pide mucho que seamos agresivos, que tengamos el balón, que si tenemos que darle 20 toques al balón, lo hagamos. Que tratemos de no perderla, de dar los pases hacia adelante. El ‘profe’ siempre quiere que estemos atacando, que tengamos la posesión; que seamos un equipo que proponga todo el tiempo, que salga a ganar y a luchar los partidos.

El puesto está peleado, pero usted parece inamovible hoy por hoy…

Creo que me ayudó mucho la preparación que tuve antes de llegar acá. El fútbol que realizan Cortuluá y el Deportivo Cali es muy parecido. Entonces, eso me ayudó a que me adaptara más rápido a lo que quería el profesor, porque ya lo venía entrenando desde Tuluá. Eso ayudó a que llegara de buena manera acá y luchara por ganarme el puesto.

¿Cómo fue su infancia?

Viví hasta los ocho o nueve años en El Cerrito, con mis hermanos y mis papás. Luego, nos fuimos a vivir a Guacarí, todavía vivimos allá. Fue muy bonito porque allá tengo todos mis amigos, gran parte de la familia. Tengo un grupo de amigos que los conozco desde que llegué, con los cuales entrenaba, salía a jugar a la cancha, todo… estudiaba con ellos también. Eso es lo más lindo de la vida: compartir con los amigos y la familia, y gracias a Dios lo tengo.

¿Cómo es su relación con los amigos de Guacarí?

No suelo andar con mucha gente y salir. Yo ando siempre con el grupo de amigos que tengo. Ellos todo el tiempo están apoyándome, escribiéndome. Tenemos un grupo y todo el tiempo están ahí, pendientes de los partidos. Está muy dividido porque hay caleños y americanos, pero todos me apoyan. Yo les agradezco. Es muy bonito saber que algunos, aunque no son hinchas del equipo, siempre quieren el bien mío.

¿Cómo es un día suyo desde que llegó a Cali?

Acá en Cali vivo solo. Llevo un año y dos meses viviendo solo. Mi día a día es entrenar, llegar y almorzar, y dormir. En la noche ir donde mi novia, recogerla en el trabajo. A veces, cuando siento que puedo ir al gimnasio, porque no estoy tan cansado, voy y lo hago. Sino, hago recuperación en la casa; hago trabajos de fortalecimiento de lo que son las rodillas y los tobillos, para mantenerme fuerte.

¿Qué le dice su familia?

Mi familia estuvo muy metida en el cuento. Estuvo desde el inicio, me apoyó, y eso ayudó a que llegara de la mejor manera acá lo que es Cali: la ciudad y este gran equipo, y a la presión que tiene este equipo. Mi familia me ayudó mucho en lo que fue la adaptación.

¿Qué pasatiempos tiene?

Jugar en la tablet. Tengo ahí juegos descargados y se me pasa el tiempo en eso.

Fue curiosa la celebración con Palavecino y Andrade en Medellín…

Con ‘Pala’ y Darwin habíamos planeado esa celebración: que si cualquiera de los tres hacía el gol, íbamos a celebrar de esa manera porque nos gusta mucho lo que es la música. Nos gustan mucho los instrumentos, pensamos en que cada uno iba a simular que estaba tocando un instrumento.

¿Cómo va a celebrar cuando marque de nuevo con el Cali?

(Risas) Como ahora no soy de hacer muchos goles, lo que ocurra en el momento, lo que se me venga a la cabeza o lo que piense ‘Pala’, que es con el que celebro.

Ya este Cali plantó cara a los favoritos. ¿Para qué están?

Estamos para seguir trabajando, corrigiendo. Sabemos que si seguimos trabajando como lo venimos haciendo, podemos lograr grandes cosas. Queremos salir campeones, que es lo que todos anhelamos y desde el principio nos planteamos. Primero que todo es trabajar y hacer las cosas bien para que eso se dé.

¿Cuáles son sus sueños?

Aquí en el Cali, primero, salir campeón. Seguir ganándome el cariño de la gente. Dejar una huella aquí en el Cali. Sueño con llegar a Europa, mantenerme allá, tener una estabilidad en lo futbolístico.

¿Cómo se proyecta ahora?

Siempre pensé que podía llegar (al fútbol profesional), pero también siempre pensé en estudiar administración de empresas, que es lo que me ha gustado. Cuando esté más organizado y tenga el tiempo, lo voy a hacer.

¿Qué decirle al hincha del Cali que comienza a ilusionarse?

Estamos luchando para sacar esto adelante, hacer las cosas bien, para salir campeones, que no es algo que solo ellos lo quieren, sino nosotros también.

Datos

  • Andrés Colorado nació el 1 de diciembre de 1998.
  • Nació en El Cerrito, pero se crió en Guacarí, Valle.
  • Colorado sería de la partida de Arias para el juego de este martes, en Paraguay, frente a River Plate.
  • ”Acá tuvimos un partido controlado, que lastimosamente se nos complicó. Sabemos lo que estamos trabajando y los errores que cometimos. Faltó definición y concentración. Hay que ir a Paraguay, pero mejorando los aspectos que nos faltaron perfeccionar en el partido pasado”, aseguró el volante acerca del encuentro en que el conjunto ‘azucarero’ buscará acceder a la siguiente fase del torneo.