Colombia volvió a figurar en un Mundial de Atletismo gracias a Natalia Linares, quien este domingo en Tokio consiguió una medalla de bronce en la prueba de salto largo. La atleta de 22 años firmó la mejor actuación de su carrera y se consolidó como una de las promesas más firmes del deporte nacional.
Linares alcanzó una marca de 6,92 metros, lo que le permitió ubicarse tercera en la competencia. Por delante quedaron la campeona olímpica y ahora mundial Tara Davis-Woodhall, de Estados Unidos, con un registro de 7,13 metros, y la alemana Malaika Mihambo, doble campeona del mundo (2019 y 2022), quien esta vez se quedó con la plata tras un salto de 6,99 metros.
La colombiana compitió sin complejos ante rivales de amplia trayectoria. Desde su primer intento se mantuvo en posiciones de podio, llegando incluso a figurar como segunda en la tabla provisional antes de asegurar definitivamente el tercer lugar. Al finalizar la prueba, Linares celebró con un sombrero vueltiao y la bandera nacional, gesto que se convirtió en símbolo de orgullo para los aficionados.
“Hoy he salido a esa final con confianza. Sentía que iba a terminar en el podio, no sabía en qué puesto, pero sabía que iba a estar en ese podio. Es una felicidad enorme para mí porque hemos hecho historia para Colombia”, expresó la saltadora tras recibir la medalla de bronce.
El resultado revive el recuerdo de Caterine Ibargüen, quien conquistó cinco preseas en Mundiales de atletismo y abrió el camino para la presencia constante de Colombia en los escenarios internacionales. La ex triplista, que alcanzó dos oros, una plata y dos bronces en su carrera, también había iniciado su palmarés con un tercer lugar en Daegu 2011, preludio de sus grandes gestas.
Linares, consciente de ese legado, afirmó que su ambición no se detiene. “Quiero llegar a los siete metros. También tengo hambre de otros logros, imagino que como todas. Tener algún día un récord mundial o un récord olímpico, pero hay que ir paso a paso”, señaló la deportista, que actualmente se ubica entre las referentes jóvenes de la disciplina.
Mientras tanto, la prueba volvió a confirmar el dominio de Tara Davis-Woodhall, que sumó su segunda medalla mundial tras la plata obtenida en Budapest 2023. Con 26 años, la estadounidense reafirmó su condición de líder indiscutible del salto largo.
En Tokio, la ausencia de la serbia Ivana Vuleta, campeona en 2023 y retirada después de los Juegos Olímpicos de París, dejó abierta la lucha por los puestos de honor. Sin embargo, Davis-Woodhall cumplió con los pronósticos y se colgó el oro tras superar la barrera de los siete metros, una marca que la mantiene al frente de la disciplina.