Los une la necesidad de ser campeón del Clausura para disputar directamente la Copa Libertadores 2026, y también recientes desencuentros en el mercado de fichajes. Sin margen de error, River Plate y Racing protagonizan el choque de más quilates en los octavos de final del fútbol argentino.

Concluidas las 16 fechas de la etapa regular, el último torneo del año en Argentina ingresa este fin de semana en zona de eliminación directa. River está necesitado como nadie de éxito en el cierre de una temporada en la que no festejó en ninguno de los torneos que disputó, ni siquiera la modesta y doméstica Supercopa Internacional.

La eliminación en cuartos de final de la Libertadores a manos del Palmeiras fue un golpe letal para el equipo de la banda roja, que desde entonces se sumergió en una mala racha de ocho derrotas en 12 partidos.

Como si el golpe en el certamen internacional no bastara, también cayó en la Copa Argentina y perdió el superclásico ante su archirrival, Boca Juniors (2-0). En las últimas semanas, el Millonario desnudó todas sus inseguridades y una inesperada sequía ofensiva (cuatro partidos sin anotar). El plantel, falto de confianza, parece desmoronarse al primer contratiempo que surge.

“En un contexto de negatividad, la cosa no fluye con naturalidad”, aceptó el DT Marcelo Gallardo, que sin embargo se ha mostrado decidido a no bajar los brazos. “En algún momento va a terminar dándose vuelta, esto no va a durar para siempre.

El mediocampista colombiano #10 de River Plate, Juan Fernando Quintero, observa durante el partido del Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol Argentino. (Foto de ALEJANDRO PAGNI / AFP). | Foto: AFP or licensors

Un mal recuerdo muy vivo

El mal andar deja apenas una opción, ser campeón, para que el popular club de Buenos Aires acuda directamente a la próxima Libertadores, para la cual ya están clasificados Platense, Independiente Rivadavia, Rosario Central, Boca y Argentinos Juniors.

Una eliminación el lunes en su visita a la Academia dejaría a River dependiendo de otros resultados para participar al menos en la repesca del principal torneo de clubes de Sudamérica, aunque con la posibilidad de disputar la Copa Sudamericana.

El retroceso en el certamen local, cayó hasta el sexto puesto en el Grupo B, también lo hará jugar de visitante buena parte de los playoffs que tenga por delante. Y, además, su rival en octavos está en franca recuperación.

El albiceleste del técnico Gustavo Costas asimiló la eliminación en las semifinales de la Libertadores a manos de Flamengo y encaró la recta final del Clausura con buenos resultados, para terminar tercero en el Grupo A, después de haber estado varias jornadas cerca del fondo. Pero el choque con los millonarios es el único camino para que la Academia juegue de nuevo la Libertadores.

La clasificación copera, sin embargo, no es el único ingrediente de peso para Costas y compañía, que todavía no pasan la página del dolor por ver en River a dos de sus antiguas figuras, el atacante Maxi Salas y el creativo Juanfer Quintero.

“No nos dejemos dividir”, pidió Costas. “Empezamos a estar mal este año cuando el otro club que no quiero nombrar (River), que no es el de al lado (el clásico rival, Independiente), nos lastimó mucho en la pretemporada”.

Los jugadores de Racing celebran tras ganar el partido. | Foto: AFP or licensors

Tévez desafía a Boca

Más tranquilidad hay en el otro coloso de Argentina, Boca Juniors, que el domingo buscará seguir su serie exitosa de las últimas semanas cuando reciba a Talleres de Córdoba en La Bombonera. ‘La T’, que ingresó casi a última hora a la ronda de los 16 mejores, es dirigido por un viejo y querido conocido de los xeneizes, el exdelantero Carlos Tévez.

“Lo tuve como técnico (en Independiente) y me ayudó mucho a crecer en mi carrera”, dijo el zaguero de Boca, Ayrton Costa, sobre el Apache.

*Con información de AFP