Dublín acogerá el miércoles una inédita final de la Liga Europa entre los portugueses Oporto, campeón de la Liga de Campeones en 1987 y 2004 y de la UEFA en 2003, y el Sporting de Braga, el pequeño mata-gigantes que aspira a dar la campanada.

Dublín acogerá el miércoles una inédita final de la Liga Europa entre los portugueses Oporto, campeón de la Liga de Campeones en 1987 y 2004 y de la UEFA en 2003, y el Sporting de Braga, el pequeño mata-gigantes que aspira a dar la campanada.Dos equipos vecinos del norte de Portugal quieren coronarse en la segunda competición más importante del ‘Viejo Continente’ y suceder al Atlético de Madrid en un partido de acentuados contrastes y en el que el Oporto es el claro favorito por plantilla e historia."Los dragones", ya campeones de Liga y finalistas de la Copa de Portugal, exhiben una brutal pegada con jugadores como el colombiano Radamel Falcao, un depredador del área, máximo anotador de la Liga Europa con 17 tantos, y el brasileño Givanildo Vieira de Sousa, "Hulk", un exuberante extremo izquierdo.Disponen de un medio del campo aguerrido y creativo -gracias a la participación del portugués Joao Moutinho, el colombiano Freddy Guarín o el argentino Fernando Belluschi- y de una defensa compacta y con capacidad goleadora.Sus centrales titulares, el luso Rolando y el argentino Nicolás Otamendi, suman juntos nueve dianas esta temporada.El joven arquitecto de la máquina blanquiazul, André Villas-Boas, de 33 años, ha forjado un conjunto que se mueve entre el 4-4-3 y el 4-4-2, cuyas principales señas son la presión y la rapidez en las transiciones ofensivas.Villas-Boas, colaborador de José Mourinho entre 2004 y 2009, desea igualar los registros de su "maestro" -que ganó en su primera temporada con el Oporto una UEFA en 2003- y coronar un excepcional curso en el que ha gando la liga sin conocer la derrota en 30 partidos (27 victorias y 3 empates).