El boxeador puertorriqueño habló con El País de su matrimonio, su condición sexual y su historia de vida.

El boxeo lo salvó de la violencia en las calles de su natal Puerto Rico. Pronto volverá a pelear por un título del mundo. Orgullosamente, es el único boxeador gay que existe. Por lo menos, el único que lo aceptó sin problemas. Y, por eso, hace pocos meses se casó con el hombre que ama. Es Orlando el ‘Fenómeno’ Cruz, un boxeador peso pluma que pelea a diario no solo en el ring, sino fuera de él contra una sociedad que puede tacharlo por su condición sexual. “Me puse los pantalones bien puestos para contarles a todos mi orientación sexual, porque no quería llevar una doble vida”. Así, sin problemas, con el desparpajo del hombre caribe, pero rompiendo todas las reglas tradicionales de un mundo lleno de puños y narices chatas, dio a conocer su preferencia sexual en el 2012. Ondear la bandera multicolor de los gays por el mundo no ha sido problema para que este ‘Fenómeno’ del ring pueda ser un buen pugilista, que alcanzó a estar en los Juegos Olímpicos de Sidney y que dentro de poco se pondrá otra vez los guantes para buscar una corona mundial.Orlando nos atendió desde la Florida, Estados Unidos, donde se prepara por estos días para su combate. Nos contó de su vida, su actualidad y por qué hoy es más feliz que nunca. ¿Ya casi está listo para lo que será el combate por título del mundo en el peso pluma? "Estoy en la parte final de la preparación para mi pelea el próximo 19 de abril. Me siento muy feliz con lo que me está sucediendo en mi vida profesional y en el campo personal". ¿Quien será el rival por el título? "Gamalier Rodríguez, otro pegador de Puerto Rico, y vamos a medirnos por el título de la NABO de la Organización Mundial de Boxeo. El combate será en la Florida". ¿Cómo se inició Orlando Cruz en el boxeo? "Desde los siete años comencé a entrenar, porque en esa época peleaba mucho en la calle, por eso llegué al boxeo. En ese tiempo me botaban de las escuelas, el boxeo me hizo disciplinado y gracias a Dios llegué a este deporte, porque fácilmente pudiera estar muerto o preso". ¿Fue un niño díscolo? "Sí, peleaba mucho, no me importaba tamaño o edad, siempre le caía encima a quien fuera y no me importaba nada". ¿Qué tipo de sociedad le tocó vivir en San Juan? "Yo no nací en una cuna de oro. Pasé por fuertes procesos, mi vida no fue fácil, conté con la suerte de tener la ayuda de mis padres, quienes a pesar de tener otro dos hijos me llevaron por buen camino, porque yo era el más indisciplinado. En esa época me tocó ver de cerca la violencia, muerte y drogas. Gracias a Dios todo eso logramos superarlo como familia". ¿La violencia y las drogas alguna vez tocaron su hogar? "No, pero muchas de mis amistades que se criaron conmigo en la escuela sí llegaron al camino de las drogas y la calle. Mi familia fue fundamental para no caer en nada de eso y me siento feliz por ello". ¿El boxeo lo salvó de las calles? "Este deporte fue una terapia para mí, el boxeo fue importante para que yo pudiera alejarme de las calles, la droga y la violencia que había en esa época. Me concentré en pelear y eso me ayudó". ¿Qué ha sido lo más importante de su carrera? "La participación en unos Juegos Olímpicos es lo más importante, no todo el mundo tiene esa dicha y yo tuve la oportunidad de hacerlo en Sidney, Australia. Ese sueño se hizo realidad gracias a la ayuda de Dios y mi familia". ¿Por qué decidió contar que es gay en un mundo como el del boxeo? "Primero que todo, quiero decir que no he sentido ningún rechazo hacia mí desde que decidí confesar mi orientación sexual hace dos años. Este es un deporte rudo, machista, pero afortunadamente he encontrado el apoyo de entrenadores, boxeadores y empresarios. No mezclo mi vida personal y profesional, me siento orgulloso de ser gay y boxeador, todos miran mi experiencia como llena de gallardía, porque me puse los pantalones bien puestos para contarle al mundo mi orientación sexual, porque no quería llevar una doble vida". ¿Cuándo se dio cuenta de su orientación sexual? "Yo tenía unos 18 años, estaba camino a los Juegos Olímpicos, en ese momento empecé a sentir la inclinación a personas del mismo sexo. Yo tuve mis novias y mis mujeres como cualquier persona, pero llegó el momento en el que quería ser yo mismo, no llevar una doble vida y mucho menos jugar con el sentimiento de las personas por las cuales no sentía nada". ¿A esa edad le dio miedo confesar ese secreto? "Como todo, uno tiene siempre miedo a que no te acepten, a los comentarios y obviamente se piensa esa decisión. Gracias a Dios cuento con un buen equipo y una gran familia. Cuando estuve preparado mental y físicamente, participé en algunas terapias para dar este paso tan importante de decirles a todos en el boxeo y a la comunidad latina que era gay". ¿Cómo recibieron la noticia en su hogar? "Mi mami es mi mejor amiga. Con mi papá fue distinto, al principio no lo vio bien, pero en la actualidad lo acepta y es una persona muy importante en mi vida, apoya mi carrera, lo que hago y a mi esposo". ¿Qué tan diferente es Orlando Cruz, el boxeador, al Orlando gay? "Orlando Cruz, cuando está en el ring, hace su trabajo como boxeador y para ser el mejor. Mientras que en mi casa soy diferente, hago aseo, comparto con mi esposo, amistades y mi familia". ¿Quién es su pareja y cómo lo conoció? "Yo conocí a José Manuel a través de un amigo mío, creamos una relación y nos fuimos conociendo poco a poco. Tuvimos un noviazgo de más de dos años y hace cuatro meses tomamos la determinación de casarnos y vivir nuestra vida juntos. No hay nada mejor que estar con la persona que uno ama y quiere, es mi confidente, amigo y pareja". ¿Usted cree que es un ejemplo para la comunidad gay? "Yo lo que creo es que cada cual debe buscar ser feliz, amar y querer a una persona no es ningún pecado. Después que dije lo mío otros han tomado la determinación, porque se ha perdido el miedo, creo que van a seguir saliendo más atletas, porque por medio de mí se están dando cuenta de que me reconocen primero como un deportista y no como un gay u homosexual". ¿Conoce otros boxeadores o deportistas con sus mismos gustos sexuales? "No. La verdad, yo siempre estoy aparte de todo, no permanezco con muchos atletas y por eso no me doy cuenta. Lo que creo que queda claro es que a mí me tienen mucho respeto. Deben existir otros deportistas como yo". ¿Piensa adoptar niños con su pareja? " Ya lo hemos pensado, nos gustaría tener un bebé, pero por el momento estamos viviendo en un ambiente muy difícil en el que no está legalizada la situación de adoptar un niño. Tenemos que irnos de Puerto Rico en dos o tres años y miraremos la opción porque nos gustaría uno". ¿Usted cree que este sector del mundo todavía no los acepta? "Sí, creo que es muy difícil, es complicado que muchos países latinos acepten esto. De todas maneras, vamos a ver qué ocurre a futuro".