La Vuelta a España 2025 cerró con un giro inesperado. La etapa 21, que debía disputarse este domingo en el centro de Madrid, fue suspendida definitivamente tras las protestas propalestinas que interrumpieron el paso del pelotón a pocos kilómetros de la meta.
Los manifestantes, que portaban banderas palestinas y pancartas en rechazo a la participación del equipo Israel Premier Tech, derribaron vallas de seguridad y ocuparon puntos clave del recorrido en zonas como Atocha, Callao y Cibeles. La Policía Nacional respondió con cargas para intentar despejar el circuito, mientras el pelotón permanecía neutralizado.
La tensión se desató cuando los corredores fueron obligados a detenerse a unos 56 kilómetros de la meta. La organización intentó reorganizar el recorrido para evitar zonas críticas como Alcobendas, pero la situación se volvió insostenible al llegar a la capital.
Testigos en la zona reportaron enfrentamientos entre manifestantes y público asistente, así como daños en el vallado que delimitaba el paso de los ciclistas. El ambiente se tornó caótico y finalmente se decidió evacuar a los corredores en los coches de equipo.
El Ministerio del Interior había desplegado más de 2.400 efectivos entre Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Municipal y agentes de movilidad, además de los recursos habituales de Samur-Protección Civil. A pesar del amplio operativo, los manifestantes lograron abrirse paso y bloquear varios tramos de la carrera.
Las imágenes transmitidas en directo mostraron a los agentes cargando contra grupos de personas que lanzaban objetos y levantaban barricadas improvisadas en las avenidas principales de Madrid.
Lo ocurrido este domingo fue el desenlace de varias jornadas en las que la ronda española se vio alterada por protestas similares. El sábado, una sentada a 18 kilómetros de la meta ya había obligado a detener momentáneamente la etapa.
La polémica en torno a la presencia del equipo Israel Premier Tech acompañó a la Vuelta desde sus primeras jornadas y se intensificó con la llegada a la capital. La organización, presionada por las circunstancias, tuvo que cancelar la tradicional jornada festiva, que cada año convierte el centro de Madrid en el escenario de la consagración del campeón.
Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike) se confirmó como vencedor de la 80ª edición de la Vuelta, pero la incertidumbre se mantiene sobre la celebración de la ceremonia de podio. La organización aún no ha comunicado si se llevará a cabo una premiación en condiciones distintas o si se cancelará por completo.
Con ello, la edición 2025 de la Vuelta finaliza de manera abrupta en Madrid, en medio de un operativo de seguridad reforzado y con los resultados ya confirmados en la clasificación general.