Nairo Quintana sabe que después de una larga etapa, llena de kilómetros, de mucho sol y del estrés por estar al lado de los otros favoritos del Tour de Francia, siempre es bueno compartir con la familia así sea un corto instante. El líder del Movistar tiene ese rito: encontrarse en un lugar de la zona de llegada con su esposa e hijos para abrazarse y tener el calor que tanto le hace falta para afrontar lo que viene.

Nairo protagonizó ese momento tierno al cargar por un instante a su pequeño hijo que lo esperaba ansioso junto con los demás miembros de la familia. El boyacense se alista para afrontar la sexta etapa llena de montaña en la que se espera sea gran protagonista.