El Athletic Club de Bilbao aguantó con dignidad hasta el minuto 72 en su regreso a la Champions League once años después, pero terminó cediendo 2-0 ante el Arsenal, semifinalista en la pasada edición, este martes en San Mamés.
En una jugada que tomó a la defensa local adelantada tras pase bombeado de Leandro Trossard, el brasileño Gabriel Martinelli realizó un buen control orientado para encarar el mano a mano ante Unai Simón, al que batió por abajo (72′).
Ambos protagonistas, que habían entrado poco antes al terreno de juego -Martinelli apenas 36 segundos antes de su gol-, se intercambiaron los papeles en la segunda anotación. Quince minutos después, sería el delantero belga el que se reivindicó rematando de primeras desde el corazón del área tras un pase del brasileño.
A pesar de la derrota, los hombres de Ernesto Valverde, mejores en la primera parte, pero sólidos y concentrados todo el partido hasta el primer gol, dejaron una imagen esperanzadora para los siete partidos que les quedan por delante en la máxima competición europea, al menos en la fase actual.
Y eso que su estrella Nico Williams, por lesión, y el recién fichado Aymeric Laporte, por baja forma y aún sin confirmarse su inscripción para la Champions, vieron el partido desde las gradas.
Los locales, lejos de amedrentarse por la entidad del rival -subcampeón en las tres últimas ediciones de la Premier- y lo simbólico del partido, no salieron a esperar el vendaval ofensivo de unos ‘Gunners’ también con varias bajas de peso (Odegaard, Bukayo Saka...).
A las buenas combinaciones, sobre todo por el costado derecho, con Sancet, Jauregizar y Gorosabel, les faltó el último disparo al arco de David Raya. Solo inquietó un remate de Sancet, raso y cruzado con la zurda, que no encontró portería ni un rematador.
El compañero de Raya bajo palos en la selección, Unai Simón, no tuvo excesivo trabajo hasta los goles, y cuando fue el caso resolvió con acierto ante el disparo con poco ángulo de Noni Madueke en la segunda parte.
Pero el Arsenal viene de invertir más de 300 millones de dólares en refuerzos, y formó de inicio con cinco incorporaciones: el defensor español de origen colombiano Cristian Mosquera, el centrocampista Martín Zubimendi, Ebereche Eze y Noni Madueke por las alas, y el sueco Viktor Gyökeres en punta.
El paso de los minutos y el esfuerzo continuado hicieron mella en el conjunto vasco, que no mejoró con el carrusel de cambios, todo lo contrario, Arsenal aprovechó para llegar cada vez más y con más peligro a las inmediaciones del arco de Simón.
“Ha sido un partido bastante igualado, sabíamos que en los duelos individuales ellos son fortísimos”, analizó Valverde. “Al final nos han enganchado en esa jugada de Martinelli, nos ha hecho daño, se veía según avanzaba el partido que ellos tenían ese punto de fortaleza y nosotros íbamos acusando el cansancio”, agregó el técnico español del Athletic Club.
Mikel Arteta sobre la victoria en España
Arteta, por su parte, destacó la importancia de los cambios. “Los suplentes son al menos tan importantes, si no más” que los titulares. “Podemos cambiar el rumbo del partido cuando los equipos empiecen a decaer”.
Las dificultades continuarán para el Athletic en la segunda fecha de esta exigente competición: el 1 de octubre ante el Borussia Dortmund en Alemania, mientras que los londinenses de Mikel Arteta recibirán el mismo día al Olympiakos.