Everton jugó el último partido oficial de su historia en Goodison Park y James Rodríguez no ocultó la tristeza al despedir uno de los escenarios que lo vieron brillar en Europa.
Y es que el estadio de los toffees será demolido porque el club se está trasladando a una nueva casa más moderna: el Bramley-Moore Dock Stadium, actualmente en construcción en el área de los muelles de Liverpool.
Inaugurado en 1892, Goodison Park no es solo uno de los estadios más antiguos del mundo; es una joya del fútbol británico. Fue el primer estadio de Inglaterra construido específicamente para un club de fútbol y ha sido testigo de innumerables momentos icónicos: partidos de FA Cup, derbis de Merseyside y hasta una semifinal del Mundial en 1966.
La razón de la demolición es clara: Goodison Park ya no cumple con las exigencias del fútbol moderno. Con una capacidad limitada a poco menos de 40.000 personas, estructuras anticuadas y restricciones para ampliarse, el estadio del Everton ya no puede competir con las instalaciones de clubes rivales.
James Rodríguez se pronunció
Varios exjugadores del Everton se pronunciaron desde la distancia, entre ellos James Rodríguez, quien quedó para siempre en la memoria de los toffees a pesar del corto tiempo que estuvo jugando allí.
“Gracias, evertonianos, por todo el cariño y el apoyo. Jugar en Goodison Park fue inolvidable. Una vez azul, ¡siempre azul!“, escribió el ’10′ a través de su cuenta de Instagram.
Los comentarios se llenaron de hinchas del Everton elogiando a James y pidiéndole que los visite muy pronto.
Cabe recordar que James llegó al Everton en septiembre de 2020 procedente del Real Madrid, con una carta de presentación brillante y el respaldo total de Carlo Ancelotti, su gran mentor.
En total disputó 26 partidos, marcó 6 goles y dio 9 asistencias. El volante cucuteño tenía contrato y planeaba continuar en Everton tras la primera temporada, sin embargo, la llegada de Rafa Benítez como técnico le cambió los planes y lo obligó a irse al Al-Rayyan de Catar.