Al minuto y 20 segundos se presentó la jugada que marcaría la mala noche del árbitro Nolberto Ararat en el clásico vallecaucano entre Deportivo Cali y América.

Mientras el asistente de oriental Johan Rubio levantó la bandera para señalar un fuera de lugar de un jugador del América, Ararat no se percató de esa situación y dejó continuar la acción que terminó en gol rojo, por parte de Yorleys Mena.

Vinieron de inmediato los reclamos del Deportivo Cali, especialmente del técnico Héctor Cárdenas, y el árbitro, influenciado por el asistente, reversó su decisión, cometiendo un error al reglamento que indica que cuando le da continuidad a la jugada, no la puede detener si no es para castigar una jugada malintencionada.

Luego vinieron otros desaciertos, como las expulsiones de Dany Rosero, del Deportivo Cali, y de Brayan Angulo, del América, en acciones en las que los supuestos agredidos simularon haber recibidos faltas muy fuertes.

Al final del clásico, los hinchas del Deportivo Cali invadieron la cancha, lo que traerá consecuencias negativas para el elenco verdiblanco.