Una reñida votación celebrada en el Colegio Médico de Manitoba en Winipegg, el 22 de julio de 1967, le cambió radicalmente la cara a Cali como ciudad y como anfitriona de grandes eventos del deporte internacional.

En un amplio recinto de una universidad en esa ciudad canadiense, la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) definió, a voto limpio, la sede de los VI Juegos Panamericanos que se realizarían del 30 de julio al 13 de agosto de 1971.


Ese día Cali le ganó a Chile en lo que podría llamarse un 'votofinish'. La capital del Valle sacó 12 papeletas para ser sede del gran evento, por 11 de Santiago de Chile, que fue su más enconado rival. En tercera posición, con apenas seis sufragios, quedó el poderoso Estados Unidos.

“Fue un trabajado mancomunado entre toda la clase dirigente, liderado por ese gran hombre como fue Alberto Galindo Herrera; le apuntaron a un gran evento y lo lograron a pesar de que muchos decían que no sería posible”, dice José Luis Echeverry, actual miembro del Comité Olímpico Colombiano y quien en esos Juegos trabajó como voluntario, en la subsede de Buga donde se jugó el torneo de fútbol.

Entre tanto, el exatleta Jaime Aparicio, integrante del Comité Organizador de esas justas y encargado de encender el pebetero de los Juegos, recordó qué fue lo que movió a la dirigencia a buscar una sede que impactara enormemente a todos.

“Cali era una ciudad de 600 mil habitantes y se necesitaba un evento importante para que saliera adelante. Alberto Galindo y Alfonso Bonilla Aragón, entre otros dirigentes, dijeron que Cali debía organizar algo de gran magnitud, religioso, político o deportivo, para que la gente despertara el amor por esta ciudad. Se decidió apuntarle a organizar un certamen deportivo como los Panamericanos, que eran los más importantes de la región”, recordó Aparicio en una entrevista con El País.

A partir del momento en que Cali ganó la sede, la ciudad, con el respaldo del Gobierno Nacional de la época, se volcó con todo para organizar el grandioso certamen deportivo.

Ampliación y construcción de nuevas vías, además de escenarios deportivos, hoteles, el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, centros de salud, así como el embellecimiento de sitios icónicos de la ciudad, fue lo primero que se intervino.

“Yo podría decir que Cali fue una antes de los Juegos y otra después de los Juegos. En esa época apenas teníamos como vía principal la Calle Quinta, de dos carriles; luego se adecuó la Roosevelt y se construyó la autopista Suroriental, eso sin contar con la cantidad de escenarios deportivos que se hicieron”, dice Guillermo Moreno Rumié, hoy técnico de baloncesto y en aquella época, con apenas 19 años, miembro del equipo colombiano de básquetbol que participó en ese torneo.
Entre tanto, Jaime Aparicio recordó todo lo que se hizo para recibir a las delegaciones.

“Para que Cali estuviera a la altura se construyó el aeropuerto Alfonso Bonilla, el Hotel Intercontinental y la Calle Quinta se adecuó; la mejoría física de la ciudad fue muy grande. Además, se hizo la recta Cali-Palmira y la carretera a Yumbo”, recordó Aparicio.

Esos Panamericanos, que tuvieron la dirección de un gran dirigente como Jorge Herrera Barona, sin duda, fueron decisivos para el crecimiento de Cali.

“Esos Juegos partieron la historia de Cali en dos; logró catapultar la inversión local, departamental y nacional, y fue clave porque después de ese evento, que resultó ser en una época dorada para el deporte vallecaucano, vinieron otros grandes certámenes para la ciudad, demostrando que Cali puede organizarlos con lujo de detalles”, dijo Echeverry, quien además es director de los Panamericanos Junior que hará la capital del Valle del 25 de noviembre al 5 de diciembre de este año.

Para los Juegos de 1971, a Cali llegaron 2935 atletas de 32 países, quienes participaron en 17 disciplinas deportivas desde el 30 de julio cuando iniciaron las competencias.

“Tengo gratos recuerdos de esa época; Cali era una ciudad pequeña, pero acogedora, fervorosa, nos apoyó siempre, se sentía un ambiente deportivo muy lindo porque todos los escenarios estuvieron llenos”, recuerda el exciclista Martín 'Cochise' Rodríguez, quien alcanzó medalla de oro en esas justas en los 4000 metros persecución individual.

Mario Alfonso Escobar, el 'doctor Mao' y quien transmitió los Panamericanos para Todelar, retrocede la película y asegura que “Toda la ciudad participó de los Juegos; hasta la más humilde casa pintó su fachada porque todos sabíamos que Cali tenía que quedar bien. Por eso todas las delegaciones la llamaron después 'La capital deportiva de América'. Pero la verdad es que la ciudad sufrió una transformación urbanística y deportiva con ese evento”.

Y agrega el periodista: “Yo transmití baloncesto porque sabía que el fútbol panamericano era perverso. Esos Juegos fueron la plataforma de lanzamiento para mí y para Óscar Rentería, que también estaba en Todelar”.

El 13 de agosto de 1971 se bajó el telón con Estados Unidos como gran campeón con 105 medallas de oro, seguido de Cuba con 31 doradas, mientras que Colombia terminó séptima con cinco preseas de oro.

Sin embargo, el gran ganador de los Panamericanos del 71 fue sin duda Cali por el civismo de su gente, por la impecable organización de este, que era su primer gran evento, por la transformación que logró en todos los sentidos y que la puso entre las ciudades más importantes del país, y porque hizo honor a aquella frase que le cae bien: 'Capital deportiva de América'.

Medallistas locales

Juan Romero fue la figura al lograr dos de oro y una de plata. José Martínez (pesista), ganó otra dorada. 'Cochise' Rodríguez venció en los 4000 metros persecución del ciclismo, y por equipos en el mismo deporte Colombia triunfó.

Ganaron plata Calixto Pérez, Alfonso Pérez y José Vásquez (boxeo), Juan Romero y Lester Francel (pesas), Alirio Maya y Hernán Sánchez (tiro), el equipo de fútbol y la cuarteta de ciclismo de los 100 kilómetros contrarreloj.

Bronce: Lester Francel, Carlos Suárez, Cipriano Gutiérrez y José Martínez (pesas), Álvaro Mejía, el equipo de relevos femeninos de 4×100 y Hernán Barreneche (atletismo), Juan Neira (jinete), y el equipo de adiestramiento. Jaime Galeano (ciclismo), Olga Lucía de Angulo (natación), el equipo de béisbol, el de esgrima femenino y Diego Henao (clavadista).