Uno de los espacios que más se ensucia en el hogar es el suelo. A causa del polvo, el barro y demás suciedad que se aloja en la suela de los zapatos y termina empañando las baldosas. Además, son las juntas las que más sufren y terminan tomando un color negro o que difícilmente se quita al pasar el trapeador.
Por ende, aquí encontrará el truco casero, eficaz para quitar la mugre de las juntas, y volver a tenerlas blancas. Para ello será necesario juntar tres implementos básicos que, probablemente, tiene en su hogar, y serán fundamentales para devolverle el aspecto de limpieza a su hogar.
Este truco consiste en combinar piedra blanca, con delicadeza, mediante el uso de una esponja y un trapo limpio. Para ponerlo práctica debe limpiar el piso, inicialmente, como de costumbre, y en el espacio de las juntas poner la piedra blanca con una esponja limpia. Una vez untada la esponja con la piedra, debe pasarla por las juntas del piso.
Finalmente, deje actuar por unos minutos, podría ser entre 20 y 30 minutos, depende de cómo esté actuando, cuando crea que pasó un tiempo prudencial, use el trapo limpio y páselo por la zona. Así notará cómo han blanqueado las juntas y lucen limpias.
Para darle un toque final, repase el piso de su hogar con el trapeador, e intente realizar este ‘ritual’ de limpieza profundo por lo menos 2 veces a la semana y verá cómo sus juntas permanecerán limpiar y en buenas condiciones.
Y es que mantenerlas blancas y relucientes es el objetivo de muchas personas, por ello, poniendo en práctica esta técnica infalible y económica, para la que solo necesitará tres herramientas, encontrará la solución a su problema.
Un plus para lograr mejores resultados es tener el piso brillante y esto se logra así: reúna media taza de vinagre blanco, un recipiente, agua, una cucharada de bicarbonato de sodio, un chorrito de jabón para platos y media taza de suavizante de ropa.
Esta mezcla es infalible para lograr un piso brillante, pero, tenga en cuenta que primero deberá estar limpio. Además, al recipiente deberá agregarle agua y un poco de bicarbonato, uno de los más potentes limpiadores que existen.
Una vez reúna todos los ingredientes y haya añadido el bicarbonato al agua, mezcle el bicarbonato y espere que se disuelva por completo, hasta que todo quede perfectamente integrado. Luego, añada el vinagre a la mezcla, excepto que sea un suelo de mármol o de piedra natural. Agregue el jabón para platos y el suavizante siguiendo sus propios gustos, sobre todo porque debe tener en cuenta que estos ingredientes son los que le darán el aroma necesario a su limpieza diaria.
Una vez todo esté perfectamente integrado, pase el trapeador con la mezcla y verá los resultados.