A pocas semanas de culminar un año que ha estado lleno de desafíos, los ciudadanos se preparan para vivir una Navidad y un buen fin de año, con muy buena suerte y abundancia. Para ello, le han apostado a diversos rituales que buscan fortalecer las energías positivas que atraen la prosperidad.
Desde hace años existen diversas creencias sobre este tema. De hecho, un ritual que contribuye a mejorar la estabilidad económica es el recipiente de los siete granos, el cual consiste en reunir varios cereales de la canasta familiar, estas semillas alejaran la precariedad y la falta de alimento.
Según el canal de YouTube ‘Suerte Dinero’, especializado Feng Shui, la antigua práctica china de armonizar el entorno para favorecer la energía positiva, existe este ritual especial para atraer el dinero durante la Navidad y Año Nuevo. Además, cada uno de los granos que se reúnen tienen un significado espiritual y al juntarse los siete, se potencia su energía.
Este es el ritual de los siete granos para atraer prosperidad en festividades
Las personas deben reunir siete granos, cada uno de estos tiene un significado diferente, pues simbolizan energía, fertilidad, prosperidad y amor. En ese sentido, las siete semillas que se colocan en un frasco de vidrio para atraer la abundancia son:
- Garbanzos.
- Lentejas.
- Frijoles.
- Trigo.
- Arroz.
- Mijo.
- Semillas de girasol.
Para terminar el ritual, después de recolectar las semillas, en el mismo frasco se recomienda colocar unas hojas de laurel y algunas monedas y billetes. Esta combinación ayudará a llamar la prosperidad y el dinero durante las festividades.
El frasco de vidrio se puede ubicar en un lugar abierto con el fin de que reciba las energías de todo el hogar, ya sea en el centro de la sala o en el respectivo comedor. Cuando se termine el año, los expertos recomiendan renovar las semillas con el fin de mantener se potencia energética.
El libro del Génesis 41 afirma: “Y produjo la tierra a manos llenas durante los siete años de abundancia. Y él recogió todo el fruto de estos siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó el alimento en las ciudades; y guardó en cada ciudad el fruto de sus campos circunvecinos. Así, José almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medirlo”.