En Colombia, la navidad, además de celebrar el nacimiento del niño Jesús, es una de las celebraciones más esperadas del año y la música que se colocará en esta fecha es una de las elecciones importantes para tener una velada animada y divertida con la familia y amigos.
El maestro Tobías Enrique Pumarejo Gutiérrez, ‘Don Toba’ es uno de los más reconocidos juglares, quien nació en Valledupar el 8 de agosto de 1906 y es el autor, entre tantos temas, de ‘La víspera de Año Nuevo’. “Según el periodista musical Edgardo Mendoza Guerra, la primera canción grabada alusiva a la culminación de una anualidad”, indicaron de Radio Nacional de Colombia.
Este tema lo interpretó el cienaguero Guillermo Buitrago ‘Buitraguito’ y esta se convirtió en un sencillo que se escucha cada fin de año desde 1945. Aunque hayan pasado casi ochenta años, desde su estreno, no falta en la los hogares colombianos y se convirtió en un himno a la navidad.
“El mago del acordeón, Aníbal ‘Sensación’ Velásquez, con guarachas y vallenatos, también está presente en las festividades, con clásicos como ‘Cantares de Navidad’, ‘Repartiendo lechón’, ‘Navidad sin ella’, ‘Estas no las paso aquí’, entre otras”, indicaron de dicho medio de comunicación.
Pero el verdadero infaltable es el clásico ‘Faltan cinco pa’ las 12′, adaptada por Velásquez y que antes se llamaba Diez para las Doce; una canción que se presentó en 1963 y el artista que dio esta joya fue Oswaldo Oropeza, autor de ‘¿Dónde están los juguetes?’, y el intérprete Néstor Zavarce, las cuales se escuchan en todas las casas colombianas.
Lisandro Meza, uno de los favoritos de las navidades y que falleció este 2023 de diciembre, también será uno de los infaltables este año.
Ahora que ya no está, qué mejor momento para homenajearlo en el cielo, y cantarle a pulmón herido algunas de sus canciones más sonadas: La Bella, El Polvorete, Estás Pillao, Siete, El Hijo de Tuta, El Guayabo de la Ye, Bendito Diciembre, Las Tapas, La Matica, La Cumbia del Amor, El Gay, Ni que Estuviera Loca, Soledad, entre otras.
Su carrera se consagró con los éxitos El Acordeón Pitador y La Gorra no se me cae, que grabaría en 1963. El cantante y compositor tuvo su propia agrupación desde 1965, nunca dejó de ser parte importante de la escuela del folclor sabanero.
Su primera participación en el Festival de la Leyenda Vallenata fue en 1969, en donde no logró ubicarse en una posición destacada, pero el pueblo decidió galardonarlo como “el Rey sin corona”, contradiciendo así las decisiones de los jueces del momento.
Otro de sus grandes éxitos llegó en 1976 con La miseria humana, en 1977 llegó Entre rejas, y El guayabo de la ye, que reflejaba parte de la personalidad del maestro Lizandro Mesa.
Luego sus fanáticos pudieron disfrutar de Las Tapas, en 1979; La Baracunatana en 1981, Me voy pa la Luna y Estás Pillao en 1982; ¿Y de la plata, qué? y La Matica, en 1984; y de allí en adelante no había canción con la que no pusiera a bailar, aún al que no sabía hacerlo.
Lisandro traspasó fronteras y conquistó al público de Ecuador, Chile, Perú, Centroamérica, México y los Estados Unidos.